“Depongamos las armas del odio y de la venganza (...) superemos las antipatías y aversiones que, con el tiempo, se han vuelto crónicas y amenazan con contraponer las tribus y las etnias” dijo el papa Francisco ante unos 70.000 fieles este domingo durante una misa al aire libre en Juba, la capital de Sudán del Sur, que marca el final de su visita este país africano desgarrado por la violencia y la miseria.