Cuando los talibanes estuvieron en el poder entre 1996 y 2001, los derechos de las mujeres a la educación y al empleo fueron brutalmente violados. Solo podían salir a la calle si estaban acompañadas por un familiar masculino e, incluso entonces, debían ir totalmente cubiertas con un burka. La desobediencia a estas estrictas normas era castigada con severidad.