Quien busca, encuentra. Un chico, interesado en pruebas de ADN, quiso hacer una broma y lo que logró fue desatar un hervidero en casa al dejar al descubierto su verdadero origen y en total evidencia a su propia madre.

A los 19 años buscó “divertirse”, pero el destino lo llevó al “caos”. El joven, de Reino Unido, con la prueba a la que sometió terminó obligando a su progenitora a revelar el secreto que mejor guardaba.

Sospechaba que su cuarta niña no era su hija porque no tenía sus facciones, le practica prueba de ADN y la vida lo sorprende: la historia de dos pequeñas cambiadas al nacer

Qué halló tras la prueba de ADN

La historia la publicó The Mirror, medio que reseña que cuando recibió los resultados de su prueba, el chico decidió ingresar en la sección de familiares para ver sus coincidencias.

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“Fue en ese momento que se dio cuenta que solamente compartía el 29,2% de ADN con quien creía que era su padre biológico”.

“Esto no tenía sentido para mí, ya que también compartimos un haplogrupo paterno y nos parecemos mucho, así que definitivamente era mi padre”, señaló el joven.

Afanado, realmente, en la prueba detectó algo más que llamó su atención: “compartía el 24,6% del ADN con su prima”.

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Esta cifra alertó al joven, pues generalmente los primos solo concuerdan con alrededor del 12%, explican en La Nación.

Por su cabeza pasó el escenario menos imaginado y decidió pisarlo. Para el joven, “la única explicación realista de lo que estaba viendo era que mi tío, el padre de mi prima y el hermano de mi padre, es mi padre”.

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Fue así como, con los resultados en mano, le llegó a su madre a quien encaró. Le preguntó si su progenitor era el tío David.

La madre se desplomó

Le explicó a la madre lo que hizo, le habló de los resultados y de las extrañas coincidencias que lo llevaron a hacerle la incómoda pregunta.

-“Mi mamá cayó al suelo llorando, rogándome que no le dijera a papá”, mencionó el chico aún abrumado por tan sorprendente descubrimiento.

“La realidad me golpeó en la cara como una bolsa de ladrillos voladora, dijo a The Mirror.

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Todos los puntos se alinearon y sentí una sensación de pérdida. Me senté en mi habitación durante una hora en estado de shock y luego me invadió una sensación de ira

Con el asombro propio de una verdad que llega de repente, el chico decidió llamar al tío David. A este igualmente le narró todo lo que pasó y la verdad que ante sus ojos se abría a los 19 años.

- “No dijo nada después de calmarse. Salió de la habitación y cerré la puerta”.

Manifestó que lo que vino luego fue un “verdadero caos”. Los papás discutieron y “una confrontación física entre su tío y el que creía era su progenitor”.

El joven no está arrepentido de haber hecho la prueba de ADN.

En cambio, reflexiona: “Si hubiera gastado el dinero de mi cumpleaños en otra cosa, nada de esto habría sucedido, pero otra parte de mí se alegra de saber la verdad”. (I)

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