La mañana del domingo empieza con una desgracia. Varias personas fallecen luego de que el vuelo de la Yeti Airlines, que iba desde Katmandú, la capital de Nepal, hasta la turística ciudad de Pokhara, se estrellara al aterrizar. Acto seguido, la nave se consumió en llamas.

Varios medios han catalogado el accidente como la peor catástrofe aérea en el país en tres décadas. En el vuelo iban 68 pasajeros y 4 tripulantes, según la aerolínea Yeti Airlines.

La operación de rescate ha sido difícil debido a las circunstancias. El avión se estrelló en un barranco y varios cuerpos están enterrados. “Se han llevado 31 (cadáveres) a los hospitales”, indicó a AFP el funcionario de policía AK Chhetri, y añadió que se encontraron otros 36 cuerpos en el barranco.

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Las labores de rescate están aún en marcha.

El vuelo, procedente de Katmandú, la capital nepalesa, se estrelló poco antes de las once de la mañana, hora local (05:15 GMT), cerca de Pokhara, en el centro del país, donde debía aterrizar.

Esta ciudad es un punto de paso importante para peregrinos y montañistas extranjeros.

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A bordo iban otros catorce extranjeros: cinco ciudadanos de India, cuatro rusos, dos coreanos, un australiano, un irlandés y un francés, precisó el portavoz de la aerolínea, Sudarshan Bardaula.

El hecho ha hecho eco en redes sociales. Varios videos se han viralizado, pero la agencia de noticias AFP no pudo autentificar de inmediato la veracidad de estas imágenes.

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En un video compartido en redes sociales podía verse a decenas de personas alrededor de un inmenso fuego, que despedía una espesa humareda negra al fondo de un barranco. Algunos intentaban sofocar las llamas lanzando agua. (I)