Con 85 votos a favor, Ruth Arregui fue destituida y censurada como superintendente de Bancos tras un proceso de juicio político seguido por la Asamblea Nacional por incumplimiento de funciones.

La funcionaria, acusada por ocho causales que tenían relación con falta de control de los pagos debitados en bancos privados, falta de control y vigilancia de las actividades del sistema financiero, fraude informático, falta de control en la captación ilegal de dinero —como en el caso de Big Money—, renegociación de deuda entre usuarios y la banca privada, negó esos incumplimientos.

Asamblea Nacional llama a juicio político a superintendente de Bancos, Ruth Arregui, por incumplimiento de funciones

Dijo que la Superintendencia de Bancos cumplió con su rol y que ella cumplió con sus atribuciones y deberes; y, sobre todo, con su compromiso personal de servir con honestidad y de manera técnica y no demagógica, bajo los atributos de hacer una supervisión preventiva, prospectiva, efectiva, eficaz, que busca la protección de los consumidores financieros.

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La funcionaria insistió en que fueron contundentes las pruebas de descargo y ratificó que la Superintendencia de Bancos aplica el régimen sancionatorio en la determinación que tiene el Código Orgánico Monetario y Financiero, que va de sanciones leves y pecuniarias hasta la destitución de sus directivos.

Que desde que está a cargo de la Superintendencia, sin duda, aplicó el régimen sancionatorio, y que hasta la fecha aplicó multas hasta por $ 1′140.000 a las instituciones bancarias, que van de acuerdo a la gradación de las infracciones que cometen las instituciones controladas. Que algunas de esas sanciones han sido impugnadas y otras están en procesos judiciales.

Los 85 votos provinieron de las bancadas Unión por la Esperanza (UNES), Izquierda Democrática, parte del movimiento Pachakutik e independientes. El PSC se abstuvo y el oficialismo votó en contra.

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El legislador interpelante, Darwin Pereira, manifestó que faltó control de parte de la funcionaria hoy destituida en los abusos de la banca, pues muchos negocios de ecuatorianos quebraron y otros se quedaron sin viviendas, mientras que la banca cobró los intereses.

La moción presentada por Pereira este 22 de febrero, y que recibió el respaldo de la sala, determina que Ruth Arregui incumplió sus funciones establecidas en el Código Orgánico Monetario y Financiero, artículos 62, numerales 5, 8, 9, 16 y 30; 69, numerales 1 y 8; 261, numeral 2; 263.1; 254 y 275. Esto, en concordancia con lo dispuesto en el artículo 1, numeral 1, de la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública, así como con lo dispuesto en el artículo 29 de la Ley de Seguridad Social.

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Por lo tanto, resolvió censurar y destituir a Ruth Patricia Arregui Solano del cargo de superintendente de Bancos, por el incumplimiento de las funciones, en el ejercicio de su cargo, de conformidad con el artículo 131 de la Constitución de la República, en concordancia con los artículos 78 y 85 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa.

Con lo aprobado por la Asamblea Nacional, se ordenó notificar con la resolución al Ministerio del Trabajo a fin de que se registre la censura y destitución de Ruth Arregui Solano del cargo de superintendente de Bancos y, en consecuencia, que se disponga la prohibición de ejercer algún cargo en el sector público durante el tiempo que determina la Ley Orgánica de la Función Legislativa; así como al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, para su conocimiento.

El expediente del juicio político será remitido tanto a la Fiscalía General del Estado como a la Contraloría General del Estado para que inicien las investigaciones penales que correspondan y se inicien los exámenes especiales sobre el uso indebido de recursos públicos asignados a Ruth Arregui durante el ejercicio de su cargo.

El coordinador de la bancada de la Izquierda Democrática, Marlon Cadena, justificó el voto por la destitución de la funcionaria al señalar que su partido decidió responder al cuenta-ahorrista y cuenta-correntista que confía en una institución financiera, que confía en que esos fondos van a estar a buen recaudo. (I)

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