La bancada oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) llegó a la sesión inaugural de la Asamblea Nacional sin acuerdos consolidados y terminó rompiendo al movimiento Pachakutik y al Partido Social Cristiano (PSC).

Lejos de presentar una propuesta de gobernabilidad integral, ADN centró sus esfuerzos en asegurar posiciones de poder dentro del Legislativo, y ubicar en la presidencia a Niels Olsen y en la primera vicepresidencia a Mishell Mancheno.

Aunque al término de casi diez horas de sesión, con dos recesos para las negociaciones, alcanzó ubicar a seis de siete miembros en el Consejo de Administración Legislativa (CAL), excluyendo a la bancada de oposición Revolución Ciudadana (RC), que protestó por imponer como su delegada a la asambleísta Mónica Salazar, de la provincia de Los Ríos, y que semanas atrás abandonó la bancada correísta.

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Al final de la sesión el asambleísta de la RC, Ricardo Patiño, sostuvo que el Gobierno en la sesión de instalación de la Asamblea se tomó por asalto e ilegalmente la dirección de la legislatura y vaticinó que esa mayoría no durará mucho porque está pegada con “babas”, porque cada voto que reunió ADN, era una negociación, porque nunca tuvieron 77 votos ya establecidos, y al final “llegaban algunos negociadores a hablar con las personas y después de cinco o diez minutos conseguían los votos; eso es estar pegado babas”.

En las votaciones para elegir a Niels Olsen como presidente y a Mishell Mancheno, como la primera vicepresidenta , ADN, obtuvo el respaldo del PSC, un sector de Pachakutik, cuatro independientes y la disidente de la bancada Revolución Ciudadana.

Pero a lo largo de la jornada, ADN se enfocó más a una lógica de control institucional que a una visión de construcción de mayorías sostenibles. Esta estrategia redujo su capacidad de generar consensos amplios con el PSC, Pachakutik e independientes, provocando un estancamiento y alargue de la sesión que se instaló a las 10:05 y se prolongó hasta las 20:46.

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En las negociaciones, el PSC reclamaba un espacio en el Consejo de la Administración Legislativa (CAL), que al momento de las votaciones no fue concedido, y Pachakutik presionaba por lo mismo.

Los independientes lograron incluir al legislador de la provincia de El Oro, Steven Ordóñez, como cuarto vocal del CAL, lo cual complicó a un más los acuerdos para designar al secretario y prosecretario general, porque el espacio del cuarto vocal en el CAL lo pedía el representante de Esmeraldas por el PSC, Samuel Celleri, quien se constituyó en el voto 77 para nombrar a Sade Fritschi, ante el CAL.

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En respuesta, Célleri no apoyó la moción del legislador Andrés Castillo (ADN), para designar a Giovanni Bravo como secretario general y a Jorge López Terán, como prosecretario. Faltaron votos, los aliados de Pachakutik se abstuvieron y lo mismo hizo el PSC.

Eso llevó a un nuevo receso legislativo que duró tres horas de forcejeo, que terminó aprobándose la moción de Castillo, y luego se dio paso a la moción para el segundo vocal del CAL, y se postuló a Samuel Celleri, que a cambio de ese espacio abandonó el grupo del PSC y se integró a la bancada de ADN. Los socialcristianos se quedaron con tres curules.

Pero no fue fácil reunir los 77 votos para Celleri, pues el representante de la provincia de Sucumbíos, Juan Gonzaga, se volvió clave en el momento de definir la elección. Los legisladores de ADN, Valentina Centeno, Inés Alarcón y Steven Ordóñez, rodearon la curul de Gonzaga y lo convencieron para apoyar la moción. Eso se dio en medio de aplausos de la bancada oficialista.

La oposición, liderada por la bancada de la Revolución Ciudadana (RC), tampoco mostró una estrategia y no pudo aprovechar la frágil composición de la mayoría oficialista.

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Se limitó a cuestionar a ADN por no darle los espacios que legalmente correspondían con un delegado ante el CAL. No logró adeptos entre los 19 asambleístas que no tenían bancada, se quedó con tres aliados de Pachakutik.

Los primeros reclamos de la RC, durante la sesión, surgieron en la conformación de una comisión de verificación de cumplimiento de requisitos de los asambleístas cuya designación surgió de la directora de la sesión, Annabella Azín; en la lista estaba Mónica Salazar, quien llegó la curul por la RC, pero que semanas antes de que se instale este periodo legislativo se separó de la bancada.

Un segundo momento fue en la designación del delegado de la RC ante el CAL, pues ADN no aceptó la conformación de una tercera bancada liderado por Raúl Chávez, del movimiento RETO, y postuló la candidatura del legislador Sergio Peña de la RC-RETO. En protesta la oposición no se registró para la votación y no hubo los 77 votos. Esa posición llevó a ADN a negociar ese espacio.

En este primer día de Asamblea Nacional, la RC no pudo controlar el voto de la legisladora del Guayas, Ana María Raffo, quien se salió de la línea partidista en las votaciones en unas se abstuvo y en otras votó en contra.

La fragilidad de mayorías y el debilitamiento del arranque legislativo de este nuevo periodo genera expectativas negativas respecto a la capacidad operativa de la nueva Asamblea y la bancada oficialista.

Si el bloque de ADN no reconfigura las alianzas podría quedar políticamente aislado, dificultando la aprobación de leyes que le interesen al presidente Daniel Noboa. (I)