Dalton Bacigalupo, militante por más de 20 años en la Izquierda Democrática, abandona el partido de la lista 12, al que representó en varios periodos en el antiguo Congreso y ahora Asamblea Nacional en calidad de legislador.

Dice que se va de la ID de manera definitiva porque se ha vuelto un partido incorregible. Que la opción presidencial de Carlos Rabascall, a quien guarda un aprecio personal, no es la mejor porque no ha podido liderar el frente de centroizquierda. Junto con él abandonan el partido otros líderes de la bandera naranja.

Carlos Rabascall se afilia y acepta precandidatura presidencial entre voces de rechazo de la militancia de la Izquierda Democrática

¿Cuál es la situación que atraviesa la Izquierda Democrática y que lo llevó a separarse?

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El partido está descuartizado, porque una fracción se trepó en el Gobierno de Daniel Noboa, encabezada por la embajadora en España, Wilma Andrade; otra fracción le hace el juego al correísmo cuando quiso imponer la candidatura de Diego Borja, exministro de Rafael Correa; y otra fracción quiere candidato propio a la Presidencia de la República, y esta última está promoviendo cuatro candidatos.

¿Quiénes son esos candidatos propios?

Esta fracción a su vez está fraccionada, porque hay cuatro aspirantes presidenciales donde un sector del partido cree que el partido (debe) tener su candidato propio. Unos promueven a Guillermo Landázuri; otros, a Carlos Romero, a quien ahora se lo quiere expulsar de la ID; otra (fracción) promueve al juez de la “tremenda corte” Iván Saquicela; y otra promueve el relevo generacional con la candidatura del actual parlamentario andino Paúl Desamblanc.

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Entonces, ¿habría por lo menos cinco precandidatos presidenciales en la ID?

En este mar de confusiones, algunos han visto la figura de Carlos Rabascall como una salida política de última hora para posibilitar un acuerdo mayoritario, pero que igualmente ha generado graves reacciones internas.

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Usted señala que Carlos Rabascall es un candidato de última hora, o sea, ¿es un candidato improvisado?

Es un candidato de última hora porque a última hora le han ido a ofrecer (la candidatura), después de que esos grupos no se entienden alrededor de un candidato interno del partido por pugnas, recelos, desconfianzas, apetitos e intereses, y han visto como una figura unificadora de criterios la de Carlos Rabascall.

¿Pero la candidatura surge por el planteamiento de Analía Ledesma y Jorge Sánchez, actuales dirigentes de la ID?

Ellos tienen la responsabilidad de dar una salida al partido, y han visto en Rabascall la figura que le puede dar esa salida, porque con los candidatos internos se han hecho demasiado problema.

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¿El solo anuncio de una precandidatura de Carlos Rabascall llevó a la militancia de la ID, entre ellos usted, a tomar la decisión de separarse?

Yo no me separo del partido por la presencia de Rabascall, a quien le guardo aprecio personal.

Entonces, ¿cuál es la razón por la que deja el partido?

Porque el partido se ha vuelto incorregible.

¿Qué significa eso de incorregible?

Que no hay una visión de país y de interés nacional en su dirigencia. Solo hay una visión de intereses personales.

¿Esta decisión tomada por usted de dejar la ID será compartida con otros militantes?

Mucha gente en el partido está decepcionada con las prácticas internas, y están listos a respaldar una opción presidencial más acorde con lo que ha sido la práctica virtuosa de la política en el interior de la ID.

¿Usted cree que hay una opción entre los aspirantes presidenciales?

Creo que ese candidato hay que buscarlo entre las mejores opciones que se están proponiendo al país por parte de otras organizaciones políticas.

¿Dónde quedan las viejas figuras políticas de la ID que marcaron historia en diferentes puestos de elección popular? ¿Por qué no salen a respaldar o a rechazar lo que pretende la ID para el 2025?

Esas figuras que hoy se esconden son los grandes responsables de lo que está pasando en el partido.

Según su criterio, ¿optaron por una posición cómoda?

Los viejos carcamales de la Izquierda Democrática son los grandes responsables de lo que está sucediendo ahora en el interior del partido.

¿Se refiere al exdirigente Andrés Vallejo, tal vez?

A todos los viejos carcamales de la vieja dirigencia del partido, de la vieja guardia del partido. Ellos son los responsables de esta situación.

¿Usted cree que la presencia de Rabascall como precandidato presidencial por la ID llega a dividir la tendencia de izquierda y centroizquierda?

Por supuesto que es un actor más ahí que pluraliza la división de la tendencia. Yo en algún momento hice declaraciones favorables a la personalidad de Rabascall.

¿Y por qué cambió ahora?

Yo le sigo guardando consideraciones a Carlos Rabascall en lo personal. Creo que cumple con un perfil político interesante. Y yo lo promovía como una opción unificadora de centroizquierda sin el correísmo en el país.

Entonces, ¿usted cree que ahora está contaminado?

No, lo que pasa es que no ha podido liderar ese frente. Usted sabe que él se distanció del movimiento Centro Democrático y tampoco le abrieron oportunidades en el movimiento RETO, y ahora ir solo por la Izquierda Democrática disminuye enormemente sus posibilidades.

¿No es la mejor opción de la ID?

Más allá de sus cualidades de candidato, la ID, a todas luces, parece que lo va a designar como candidato presidencial, y a él le han asegurado de alguna manera que será el candidato del partido. Las primarias, simplemente, son una cosa de trámite. Él va a ser el candidato de la ID; por eso, él se ha afiliado.

¿En qué medida usted podría revertir su decisión de alejarse de la ID?

Mi decisión de separarme de la ID es definitiva. Yo no puedo estar en un partido de incorregibles.

¿Cuál será su futuro político?

Estamos reuniendo a un grupo socialdemócrata para respaldar una opción presidencial experimentada, preparada y apegada a los valores éticos. Es una corriente de militantes de la ID que están listos a acompañar esta iniciativa política. (I)