Por la frontera norte con Colombia habrían ingresado a Ecuador doce sicarios con la intención de asesinar al presidente Daniel Noboa. El mandatario contó que los delincuentes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad ecuatorianas.

El episodio fue relatado por Noboa al periodista estadounidense John Lee Anderson, quien publicó un amplio reportaje sobre el presidente ecuatoriano en la revista The New Yorker.

No hay fechas ni datos más precisos sobre el hecho. No obstante, en el texto el periodista se refiere a que esta conversación tuvo lugar en Carondelet, cuando Noboa era recién electo presidente de Ecuador. Que una semana antes de esa entrevista había sucedido el evento, dijo el mandatario (Noboa se posesionó el 23 de noviembre de 2023).

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De acuerdo con el reportaje, el presidente mencionó que el grupo de sicarios fue interceptado al cruzar la frontera norte, ellos aparentemente “habrían sido enviados por narcotraficantes” con el fin de acabar con la vida del jefe de Estado.

“Cuatro de los presuntos asesinos habían muerto en un tiroteo con las fuerzas de seguridad ecuatorianas. El resto estaba detenido, pero presumiblemente había otros por ahí. Ahora que era presidente, dijo con una risa triste, nunca volvería a estar fuera de peligro”, recoge la publicación de The New Yorker.

Es la primera vez que el presidente ha hablado puntualmente sobre un posible atentado en su contra. En otras ocasiones ha dicho de manera general, sin ahondar en detalles, que constantemente él y su equipo son amenazados por su trabajo.

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En el reportaje de la revista estadounidense se abordan algunos temas. El periodista John Lee Anderson acompañó a Noboa por varias semanas en distintas actividades, conversó con él en diferentes ocasiones y sobre distintos temas, que incluyen las acciones para frenar los asesinatos y enfrentar al crimen organizado, la situación en las cárceles, su reacción al ser comparado con el presidente salvadoreño Nayib Bukele, la opinión que tiene sobre algunos mandatarios de la región, así como la incursión policial a la Embajada de México para detener a Jorge Glas.

En un momento, el presidente contó que recibió información de inteligencia respecto de que los narcotraficantes pensaban que su gobierno “colapsaría en un par de semanas”. “Ese era su plan”, dijo. “Nunca esperaron que tuviera las pelotas para declararles la guerra”, expresó Noboa en relación a la declaratoria de conflicto armado interno.

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Habló del incremento de la violencia en Manta (Manabí), ciudad a la que comparó con Sinaloa (México), y de cómo su presencia en la capital manabita presionó a las fuerzas de seguridad a contener la escala de homicidios.

Noboa llegó a contemplar las ideas de construir una cárcel en la Antártida -porque Ecuador tiene cierta propiedad ahí- o que jueces y fiscales amenazados puedan juzgar y actuar desde embajadas ecuatorianas en el exterior, según el reportaje.

La iniciativa de la cárcel fue consultada por un funcionario, quien le informó al presidente que podía haber una forma de instalar la prisión solo si era administrada por militares. (I)