Lo que comenzó como un conflicto personal entre el exvicepresidente Jorge Glas, su excolaboradora Soledad Padilla y su pareja, el legislador electo Ferdinan Álvarez, escaló hasta lo judicial, derivandose en denuncias por presunto acoso y extorsión, e investigaciones por supuesta corrupción en la Prefectura de Pichincha, y lo político, con una desafiliación y cuestionamientos entre líderes y militantes de la Revolución Ciudadana, que aseguran estar fuertes y listos para virar la página.

El impacto que ha tenido este roce por un tema sentimental entre estos militantes del correísmo analistas políticos lo atribuyen a que involucra a una figura política pública de alto nivel, como lo es el exsegundo mandatario, lo que aumenta el interés en saber qué ocurre en su vida, a lo que se suma el morbo habitual que existe en la sociedad, y la viralización que generan las redes sociales.

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Y coinciden en que no es un caso alejado a lo que también ha ocurrido en otros países y un episodio más para la larga lista de problemas que ha enfrentado el movimiento del expresidente Rafael Correa.

Gustavo Isch Garcés, consultor y analista político, comenta que el conflicto entre Glas, Padilla y Álvarez los sorprende justo cuando sigue fresco el revés que tuvieron en la segunda vuelta, el pasado 15 de octubre, con la derrota de Luisa González, que evidenció que no están en su mejor momento tras la renuncia de Marcela Aguiñaga y los cuestionamientos sobre la campaña.

“El correísmo siempre ha manejado un discurso de manos limpias, transparencia y ética en sus conductas, pero a lo largo de su gestión y su historia han demostrado más de una vez que muchos de sus líderes y militantes no cumplen con estas características y se trata de una narrativa que usan para diferenciarse de lo que ellos mismo llaman partidocracia”, dice y agrega que justo estos comportamientos contradictorios “son aprovechados por sus opositores para debilitar aún más su credibilidad”.

Ferdinan Álvarez llegó como legislador de Guayas por el correísmo. Foto tomada de la Asamblea Nacional

Esteban Santos, analista y catedrático de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de las Américas (UDLA), coincide en que este tipo de episodios llegan a tener ese impacto por la época en la que se presentan y por involucrar a figuras públicas y que cuando son políticas casi siempre terminan destapando corrupción.

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“Es lamentable que sigamos teniendo estos episodios, a políticos jactándose de ser impolutos, tener honra y moral y en la práctica nada cambia y hay una cultura patriarcal arraigada”, opina.

Colombia tuvo un caso similar en el gobierno actual

Santos explica que lo ocurrido al interno de la RC no es nuevo para la política y lo compara con lo que hace poco ocurrió en Colombia en el gobierno de Gustavo Petro y la filtración de audios en los que su exnuera, Daysuris Vásquez, afirmaba que su hijo Nicolás, que era diputado de la Asamblea del departamento caribeño del Atlántico, recibió dinero ilícito para la campaña presidencial de 2022.

Nicolás Petro está detenido en julio y acusado a fines de septiembre por la Fiscalía de Colombia por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos y Santos dice todo se originó también por un tema pasional, provocado por la separación con su esposo, y que escaló a lo político y terminó salpicando al presidente colombiano.

Por su parte, Isch dice que la escalada de estos problemas no solo es de la RC y compara la situación con algo más cercano, cómo la reacción del presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, que dijo que apelarán a la sentencia de primera instancia del exasambleísta Peter Calo, quien fue encontrado como autor directo del delito de violación y sentenciado a 19 años de cárcel, algo que ha sido ampliamente cuestionado.

Subraya que es muy difícil separar lo personal de lo laboral cuando estos problemas pasionales surgen en ese entorno, y en el caso de la RC dice que se suma cómo se ha venido manejando la organización política con lo que se conoce como “caudillismo y argolla” de dirigentes que la controlan.

“El partido es ahora un proyecto personal de la argolla que manda ahí, encabezada por su líder que vive en Bélgica, en el partido existe un culto a la personalidad, además del caudillismo y eso ha sido alimentado por el poder que han tenido sus líderes al interior para llegar a decirles lo que pueden y no decir en ocasiones”, dice.

Foto de junio pasado cuando la Revolución Ciudadana escogió a Luisa González (i), como candidata a la Presidencia de Ecuador, junto a Andrés Arauz (d), como vicepresidente, para los próximos comicios del 20 de agosto del 2023, los acompaña el exvicepresidente Jorge Glas, que declinó su candidatura a la Presidencia de Ecuador, en Portoviejo. Foto: EFE

La realidad de la RC con sus líderes sentenciados, el principal fuera del país, dice que hace que no logran entender las necesidades reales del pueblo ecuatoriano y eso les ha pasado factura en los dos últimos procesos electorales presidenciales, aunque tengan buenos resultados a nivel seccional y legislativo.

En el caso de que González hubiera llegado a Carondelet y este conflicto se hubiera desatado de la misma forma, Isch considera que la situación sería mucho más compleja y el conflicto habría perjudicado mucho a lo que hubiese sido su futuro gobierno, respecto a la aprobación y confianza de la ciudadanía.

Por su parte, Santos cree que el revés tuvo que ver mucho en el impacto que está teniendo y que es inaceptable que desde la misma organización y los involucrados hayan existido pedidos de que no se diga nada hasta después de las elecciones.

No hay que olvidar que hasta imperios se cayeron por problemas sentimentales, aquí lo hay que ver es si el partido logra salir impoluto de este episodio, si lo hace ya sería un ejemplo de cómo el populismo y una tendencia puede ser inmune a todo”, apunta y agrega que puede terminar siendo también una oportunidad para renovar liderazgos con rostros nuevos que no fraccionen más al movimiento en momentos en los que se acerca una consulta popular, según lo ha anunciado el presidente electo Daniel Noboa.

Correísmo asegura que si existe corrupción se debe sancionar

Pierina Correa, asambleísta nacional reelecta y hermana del expresidente Correa, manifestó a este Diario que el problema entre Glas, Álvarez y Padilla es personal e interno y que considera que nadie debería meterse, pero respecto a que esta última estuvo enrolada en la Prefectura de Pichincha, pero su labor principal era de ser asistente del exvicepresidente, ha dicho que es la prefecta Paola Pabón quien tiene que dar razón del tema y se incurrió en una irregularidad, serán las autoridades pertinentes las deben determinarlo y sancionarlo.

Sin embargo, mencionó que de comprobarse esta falta tampoco tiene por qué afectar al movimiento como tal. La misma postura que han expresado varios de sus militantes y actuales legisladores electos, al decir que la RC sigue fuerte pese a perder de sus filas a Álvarez, quien el pasado 23 de octubre, presentó su solicitud para salir del partido, en medio del escándalo desatado por la divulgación de los audios ya mencionados.

A Álvarez le han dicho abiertamente que traicionó al pueblo ecuatoriano por dejar la bancada por la que fue electo, mientras él también a asegurado temer por su vida por supuestas amenazas y hasta habría sido incluido en el programa de víctimas y testigos de la Fiscalía.

El alcalde de Quito, Pabel Muñoz (i) y la prefecta de Pichincha, Paola Pabón, en una foto de archivo. Foto: El Universo

El legislador Roberto Cuero dice que si el tema ya escaló a lo judicial lo deben resolver las áreas competentes. Glas denunció un supuesto intento de extorsión de parte de su excolaboradora para no revelar los audios, que se hicieron públicos días atrás, a cambio de $350.000, mientras Padilla, quien trabajó para él 17 años, lo denunció días atrás en la Fiscalía Provincial de Pichincha por supuesto acoso ya que supuestamente él buscaba una relación sentimental con ella, a lo cual se negó.

“El bloque ha superado otras cosas, muchas otras cosas, nos ha pasado de todo y no es la primera vez que tenemos un problema que genera esta incomodidad y trascendencias donde deberían contenerse las cosas antes de irse a lo público, ahora estamos sólidos en nuestros pronunciamientos y lo estaremos en la Asamblea Nacional”, apuntó.

Isch concuerda con Cuero que para la RC no es el primer escándalo y que han demostrado en más de una ocasión que han superado hasta incidentes que los ha relacionado con hechos delictivos y que no van a desaparecer por esto, pero sí si con el tiempo el electorado mejora sus decisiones y las otras organizaciones mejoren sus formas de hacer política.

“No les ha importado transgredir la ética y la moral y hechos que lindan con lo delictivo, peor les va a importar hechos que derivan de temas personales y cómo les afectará dependerá de la conciencia de cada militante, debe haber gente que cree en ese proyecto y está ahí de buena fe, pero su discurso de que van a pasar la página es lo que les han recomendado decir comunicacionalmente”, explica.

Mientras Santos, afirma que si estas sospechas de corrupción se terminen comprobando, la ciudadanía debe considerar inaceptable y condenar que se incurra en una malversación de fondos públicos y más aún que se destape por un problema sentimental y personal.(I)