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‘Nuestra mejor fuente fue Rafael Correa’. Mónica Almeida y Ana Karina López, autoras de ‘La revolución malograda. El correato por dentro’.

Las periodistas Mónica Almeida y Ana Karina López hablan sobre su nuevo libro, que relata los diez años de correato. La obra se lanza hoy, en Quito.

QUITO (02-05-2023).- Mónica Almeida (d) y Ana Karina López, autoras del libro 'La revolución malograda'. Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

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Propaganda. Ideologización. Control. Inteligencia. Corrupción. Son las siglas de Picic, la fórmula política que las periodistas Mónica Almeida y Ana Karina López encontraron al reconstruir los diez años de correato. Recopilaron la historia en el libro La revolución malograda, que presentan hoy, en Quito. Son diez crónicas que relatan cómo el expresidente Rafael Correa tomó el control de todas las funciones del Estado y la tensa relación que tuvo con las Fuerzas Armadas.

Los relatos detallan los vericuetos de la Constituyente de Montecristi, el control de cada elección, los engranajes de las FARC y de la narcopolítica en Ecuador, la sublevación policial del 30S, el asilo de Julian Assange, el asesinato del general Jorge Gabela y la corrupción del caso Odebrecht. Son hechos que aún no se han cerrado.

Y aunque las autoras no consideran que su libro sea la biblia del correato ni que sus palabras estén grabadas en piedra, sí ofrecen una historia rigurosa e independiente.

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Esta es su segunda obra sobre el correísmo. La primera fue una biografía no autorizada del exmandatario, que se llamó El séptimo Rafael, con la que obtuvieron el Premio José Peralta del Municipio de Quito.

¿Por qué llamarla “revolución malograda”?

Ana Karina López: Ellos tenían bien mapeado el país, un análisis certero de todas las crisis que estábamos pasando cuando llegaron al poder. Los análisis y los diagnósticos que tenían eran bastante buenos y los cambios que querían hacer también tenían una buena proyeccion, pero si tú ves la mayoría de cosas se quedó en el camino. No es sustentable.

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¿Por ejemplo?

AKL: Las grandes obras. El cambio de la matriz productiva. ¿Qué cambió? Seguimos dependiendo del petróleo. Hicieron muchas escuelas, pero en el camino las reformas educativas se quedaron. El análisis de las pruebas internacionales muestran que nuestro nivel no avanzó.

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Mónica Almeida: Ellos prometieron una revolución en el 2007. Fue una oportunidad que tuvo el país para dar un salto al desarrollo y, a pesar de que tuvieron todos los poderes, no lo hicieron. Recordemos que cuando llegaron en el 2007 había más de $ 1.000 millones de ahorros en los fondos petroleros. Se los gastaron y además se gastaron toda la plata del segundo boom petrolero.

Y el dinero de los gobiernos subsiguientes.

MA: Sí, y de los gobiernos subsiguientes porque, al inicio del gobierno de Lenín Moreno, nos dejaron endeudados hasta el 2026. Entonces, es una revolución malograda.

Su libro no es para nada una recopilación de lo que otros ya han escrito. Hay una investigación propia, con más de 250 entrevistas. ¿Cuáles apuntarían ustedes que son las principales revelaciones del libro?

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MA: Tampoco es una recopilación de artículos ni nada. Más que una revelación, a lo que apuntamos es a contar el relato desde el punto de vista periodístico, independiente, con una mirada desde afuera. No dejar que ellos tuvieran su relato de la revolución ciudadana y de “lo magnífico” que fueron esos diez años. A partir de eso nos planteamos los grandes momentos de esa década. Esta no es la biblia, no está completo obviamente, pero sí están las cosas más importantes y a partir de eso armamos la historia del poder.

AKL: No vas a encontrar la gran revelación en el sentido de algo que no se haya dicho ya en temas de corrupción.

MA: El documento que faltaba para mandar a Correa a la cárcel, no.

AKL: Sin embargo, al nosotros recorrer e ir escarbando en cada paso, encontramos cosas nuevas. Por ejemplo, en la relación con los militares, no sé si a ti te puede sorprender esa reunión del comandante del Ejército con el presidente (Correa) o cómo se manejaba (Juan Pablo) Pozo en las elecciones.

Ana Karina López se refiere a una reunión que mantuvieron el entonces comandante del Ejército, Luis Castro Ayala, y Rafael Correa, en febrero de 2017, dos días después de las votaciones de la primera vuelta presidencial, cuando aún era incierta la posibilidad de un balotaje contra Guillermo Lasso. En el encuentro, relatado al detalle en el libro, trataron sobre las evidencias de un posible fraude.

QUITO (02-05-2023).- Mónica Almeida (d) y Ana Karina López, autoras del libro, La Revolución Malograda . Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Sí, el libro está lleno de detalles, de escenas que uno desde afuera pudo sospechar que existieron, pero ahora está muy bien relatadas.

MA: Son las piezas que van encajando. Lo bueno de esto es que lo haces tomando distancia. Ves las cosas distintas porque no es el día a día. Empiezas a analizar ¿qué pasó?, ¿por qué no se postuló para el 2017?, ¿por qué no dio un golpe?, ¿por qué no le dieron a él un golpe? Y las respuestas estaban en su relación con los militares. Y por ahí arrancamos.

AKL: Las revelaciones se nos fueron dando cuando íbamos armando y decíamos “aquí falta una pieza” y esa pieza es la revelación.

El subtítulo del libro dice “El correato por dentro”. Al leerlo, uno puede apreciar que muchas de esas revelaciones vinieron de fuentes de adentro del correísmo. Correa mantuvo la propaganda antiprensa durante toda la década y, de pronto, dos periodistas van a consultar a esas fuentes de adentro para recrear la historia. ¿Cómo manejaron eso?

AKL: Han pasado casi seis años desde que se fueron del poder y todavía la gente tiene miedo de hablar, o recelo digamos más que miedo. Y hay muchos que no te quieren hablar. Fue igual que en el primer libro, irnos acercando poco a poco hasta ir midiendo hasta dónde puede decirte una fuente de su cercanía con el poder, con Rafael Correa. No todos te van a hablar de la misma manera. Para una cosa teníamos que consultar a tres o cuatro, distintas fuentes.

MA: Y hay otra gente que se peleó con él, que también tiene miedo. Otros son las víctimas. Aquí hay gente que fue víctima del poder y esa gente también contó su historia. Hay otros que son intermedios y que simplemente contaron lo que vieron. Es como que tú tienes círculos y entonces dependiendo de qué es lo que quieres confirmar, necesitas saber qué tan cerca tienes que ir para confirmar tal o cual cosa.

AKL: Además, en el poder hay esta cosa de que en un rato estás ahí adentro, estás bien, y por cualquier razón te puedes distanciar o tener tus diferencias. Y más con un gobierno del estilo de Rafael Correa, que es “o estás conmigo o estás contra mí”. Entonces toda esta gente que comenzó a tomar distancia, que creía en la revolución y después fueron diciendo “no, por aquí no va” y fueron humillados muchos de ellos en público, estuvieron dispuestos a hablar.

¿Qué dificultades tuvieron con los archivos documentales? ¿Aún existen?

MA: Las sabatinas desaparecieron, pero nos conseguimos un archivo con todas las transmisiones. Ahora las han vuelto a subir, a veces pedazos. Y, luego, documentos, como esto nosotros arrancamos desde el 2018, desde esa época empezamos a bajarlos antes de que comiencen a borrarlos.

De ahí el valor de este libro, que es una memoria histórica de esos diez años.

AKL: Yo creo que ese es nuestro principal objetivo, dejar plasmada la memoria. No es que esto está grabado en piedra. Pudo haber habido muchos otros enfoques, pero nosotros recordamos muchas cosas que ahora tienen actualidad. La intervención de los militares en seguridad no es un debate de este año ni del año pasado ni del Gobierno anterior. Es un debate que viene desde los años 2000. Todo eso está aquí. El caso Gabela que no ha sido cerrado. El manejo de la justicia. La Constituyente.

MA: Ahora que Correa quiere una nueva Constituyente, bueno aquí está cómo se manejó Montecristi, el Quinto Poder, la Función Electoral y el Congresillo.

QUITO (02-05-2023).- Mónica Almeida (d) y Ana Karina López, autoras del libro, La Revolución Malograda . Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Ahora que suena la posibilidad de que la Justicia eche abajo la sentencia en contra de Correa y que este vuelva a tener sus derechos políticos, ¿cómo ven ustedes esta posibilidad?

MA: No sabemos. Yo no me atrevería a decir va a pasar tal cosa o tal otra, pero me parece que, si quiere regresar al poder, él va a tener a favor al gran cerebro de Vinicio Alvarado para armar su campaña, para hacer olvidar todo lo que fue el correato. Entonces una cosa es este actor que quiere regresar y que tiene sus bases y que sabe trabajar su partido político. Pero no solo depende de él, porque también depende de la oposición. Entonces qué es lo que va a pasar con los otros partidos. Porque no es solamente él, que tiene el poder, sino quién le deja tener el poder. Y hay que ver qué tan posible es que vuelva a ser candidato y que tengamos elecciones limpias. Esto también está en el libro, cómo el talón de Aquiles del Consejo Nacional Electoral es el sistema informático y las inconsistencias de las actas. Lo mismo sigue sucediendo. Finalmente, no importa si el pueblo lo vuelve a elegir, pero lo que deberíamos los ecuatorianos es al menos luchar por mejorar las instituciones, por saber que, si gana, que gane en buena lid.

AKL: También un poco la idea de este libro es ver cómo en muchas cosas él se equivocó. Él siempre se montó en el discurso de “yo siempre tengo la razón, yo siempre gano, yo siempre hago lo correcto”. Pero aquí en el libro vamos mostrando las cosas que le fallaban y él tiene la gran virtud de hacerles aparecer, gracias a su equipo de propaganda, como que todo lo hizo bien.

Como en el 30S, que decía que fue bueno el haberse metido en el Regimiento Quito para desbaratar el supuesto golpe de Estado.

AKL: También el tema del sistema electoral, que es una cosa muy oscura de comprender. Nosotros tratamos de descifrarlo para que la gente sepa que no es que ganaba por tanto, como él decía, sino que había una forma de inclinar la cancha y así fue ganando mucho más de lo que era en la realidad.

Como los aires de triunfalismo luego de la derrota electoral en las seccionales del 2014.

AKL: Exacto. Esos discursos que él daba. O sea, perdiste las tres ciudades principales del país y estás diciendo hemos triunfado de nuevo. Una dicotomía entre lo que él decía y lo que pasaba en la realidad. O el momento del 30S. Él nos presenta este país como si durante diez años estuvo en calma. Claro, es verdad que él tenía un buen manejo del Estado. Es verdad que se apropió de todos los poderes. Sin embargo, por ejemplo, en el 2010, él llegó con un país convulsionado. El día anterior al 30 de septiembre, él había hablado de la muerte cruzada porque las cosas no le estaban funcionando como él quería.

MA: Había manifestaciones de estudiantes por la Ley de Educación Superior y de trabajadores. Entonces, no es que el 29 de septiembre el Ecuador era la isla de paz y amor y de pronto la Policía le quiere dar el golpe de Estado junto con Lucio Gutiérrez y compañía.

Si bien no es un libro centrado en Rafael Correa, como fue El séptimo Rafael, sino que habla de su gobierno, ¿no intentaron esta vez una entrevista con él?

MA: No, porque no es sobre él. Estamos hablando sobre el poder del correato. Y, la verdad, nuestra mejor fuente fue Rafael Correa, pero por sus declaraciones. Y hemos siempre tratado de tomar las declaraciones de él en caliente. Entonces aquí están relatadas, por ejemplo, todas las sabatinas después del 30S o, por ejemplo, lo que pasó con (Luis) Castro, lo que él dijo la semana siguiente sobre esa reunión. Imagínate, debería pasarme unos cinco meses con Correa preguntándole que si esto sí, que si esto no. Yo, periodísticamente, no lo creo necesario.

AKL: Nosotros con el primer libro sí pedimos una entrevista. Tenemos la carta. Fuimos a dejarla, nos sellaron, nos llamaron incluso a preguntar y de ahí nunca más nos dijeron nada.

MA: Llamaron a Ana Karina y le preguntaron que cómo se iba a llamar el libro, qué editorial iba a publicar, cuántos ejemplares, cuántas páginas tenía el libro y a qué público iba dirigido. Estábamos juntas y ella les dijo que no podía darles todos esos detalles, que estábamos terminando de armar el libro, pero que necesitábamos una entrevista con él y que queríamos unas dos horas para conversar sobre su vida, sobre su infancia, su familia de Guayaquil y hasta ahí llegamos. Él dice que no le hemos pedido entrevista y eso es mentira. Quizás a él no le informaron, quién sabe.

QUITO (02-05-2023).- Mónica Almeida (d) y Ana Karina López, autoras del libro, La Revolución Malograda . Carlos Granja Medranda / EL UNIVERSO Foto: Carlos Granja Medranda

Ahora que estamos en este mundo de redes sociales, en el que el rigor ha entrado en un raro paréntesis, este libro es un ejemplo del rigor periodístico. Nos pueden contar sobre su metodología.

AKL: Primero pasamos mucho tiempo antes de escribir la primera línea pensando cómo abordar esto. Y al principio lo que hicimos y creo que es un consejo de vida, en general, es que, si bien no sabíamos qué era lo que queríamos hacer, sí sabíamos lo que no queríamos hacer. No queríamos hacer un informe tipo ONG o tipo académico. Dijimos queremos hacer algo muy periodístico. Empezamos a hacer muchas entrevistas y ya cuando teníamos un poquito claro definimos algunos temas importantes. Hicimos nuestro primer informe en septiembre de 2018.

MA: Eran como 60 páginas, un recuento de lo que había pasado con los militares. Al principio creímos que eso era, pero nos dimos cuenta de que era aburridísimo y ahí lo dividimos.

AKL: Nos hicimos un cuadro enorme con cartulinas, con la línea de tiempo de los hechos, los ministros, los comandantes. Ahí vas armando el relato y vas viendo dónde le pones la historia.

MA: Una con un buen gancho, que la puedas desarrollar.

Sí, otra virtud del libro es que arman muy bien las escenas y los personajes, y eso tiene que ver mucho con el estilo de la escritura. Hacer eso a cuatro manos no debe ser fácil. ¿No se jalaron de los cabellos en algún momento?

AKL: Sí, pero no tanto (risas). Sí hay momentos de tensión. Es trabajoso, pero es maravilloso. Sabes que nos hemos acoplado tanto a trabajar juntas. Cada una escribe una parte y después nos vamos editando la una a la otra hasta juntar los textos. Puede ser cursi, pero yo creo que los capítulos, las partes y las subpartes van pidiendo su lugar. Y después de editarnos y reeditarnos, ahí sí buscábamos un consenso para cada palabra. No es que nos peleábamos, pero sí había una discusión muy rica.

MA: Otra cosa que nos sirvió muchísimo es leer en voz alta. Íbamos viendo cosas que no sonaban bien, la cacofonía, partes que iban muy rápidas o con muchos nombres.

Un signo del correato, sobre todo para los periodistas que querían hacer temas más a profundidad, era lo complicado de buscar dónde publicar. Ustedes mismas crearon una editorial propia para lanzar la biografía no autorizada de Correa. Ahora salen con Planeta, una prestigiosa casa editorial internacional. ¿Cómo llegaron a esto?

MA: Sufrimos para publicar el libro en el 2017. Nos pasamos dos años investigando, nos divertimos, aprendimos a integrarnos y el libro nadie lo quiso publicar. Nadie quería aparecer, ni siquiera el diagramador ni la imprenta porque todo el mundo tenía miedo de Correa. Entonces, la verdad es que nos fue superbién. Vendimos 5.500 ejemplares. Nos ganamos un taller de la Fundación Gabo, con Martín Caparrós, para escritura de libros; nos fuimos a Miami para una entrevista en CNN; nos invitaron a Madrid y a Salamanca a presentar el libro. Nos fue superbién. Ahí dijimos vamos a hacer este otro libro. Entonces nos ganamos la beca de una residencia para escritores de no ficción en el norte del estado de Nueva York. Y tuvimos la oportunidad de hacerle llegar parte del material a Planeta y se interesó enseguida.

Ahora, si bien recogen hechos fundamentales del gobierno de Correa, hay unos pilares que pudieron haberse desarrollado como capítulos enteros, como la dependencia económica con China o el control de las universidades o la metida de mano a la Justicia, por ejemplo. ¿No son material para otro libro?

MA: Para que otros periodistas nos tomen la posta (risas). Sí, es una invitación para que otros periodistas cuenten las cosas que faltan. (I)

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