El candidato a la Alcaldía de Quito por el movimiento Revolución Ciudadana, listas 5, Pabel Muñoz, promete una ciudad que pueda garantizar felicidad, para ello tiene un plan con cinco ejes; apuesta hacia una ciudad segura, dando cabida a la inversión privada; pero advierte que no dudará en reclamar al Gobierno nacional por los incumplimientos.

¿Cuál es su diagnóstico de la ciudad?

La ciudad está en la lona, y es por el estado anímico, Quito no ha tenido en los últimos años un proyecto de desarrollo. Hemos perdido identidad, orgullo y amor por la ciudad.

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¿Cuál sería la ciudad perfecta?

Aquella que pueda garantizar felicidad, bienestar y prosperidad para sus ciudadanos.

¿Cómo se logra eso?

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Con un plan que tiene cinco ejes fundamentales: seguridad, trabajo, bienestar y protección, movilidad sostenible y una ciudad que sea intercultural, ecológica, deportiva y entretenida.

¿Pero la seguridad no le compete al gobierno central?

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Es cierto, pero sería grave que el alcalde que llega se quite el cuerpo y diga ahí mátense.

¿Qué plantea usted en seguridad?

Tenemos $ 8 millones que recolectamos por tasa de seguridad, y proponemos tres frentes: medidas de prevención y para eso es fundamental habilitar el espacio público como parques y avenidas iluminadas; invertir en la comunidad y desarrollar mecanismos de prevención como alarmas comunitarias; y, restituir los comités barriales de seguridad, pero también colaborar con la capacidad logística de la Policía Nacional.

¿Qué no modificaría de la ciudad?

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Hemos hecho un análisis de las últimas diez alcaldías, y de las siete primeras hay algo que rescatar y yo jamás voy a cometer lo que he criticado, el odio político. Imagínese que llegue a decir porque hizo el anterior no va el metro de Quito, sería una locura.

¿Cómo articular lo popular y lo exclusivo ?

Quito es una ciudad muy disgregada que ha generado mucha más separación entre urbanizaciones privadas exclusivas y sectores populares no regularizados; para eso necesitamos hacer toda la intervención pública y la obra necesaria para disminuir las desigualdades en la ciudad; pero para eso necesitamos crear toda la riqueza posible en esta ciudad.

¿Cómo crear la riqueza?

Con un paquete de inversiones y hemos puesto en la mesa cinco mil millones de dólares de inversión. Son inversiones en su mayoría privadas.

¿Qué hacer con los barrios no regularizados?

Planteo una masiva regularización de barrios, con una moratoria de que en los próximos 25 años no se regularice un barrio más, porque la ciudad tiene que darle un mensaje contundente a los traficantes de tierra y estafadores.

¿En qué puede y debe crecer la ciudad?

El crecimiento debe ser cinco veces más que el promedio de crecimiento económico del país. Quito va a crecer más que el promedio nacional, fundamentado en las inversiones que he señalado y en todos los campos.

¿En qué se puede invertir?

En temas ambientales tratar una parte de las aguas que utilizamos en Quito y volverlas a inyectar, necesitamos una nueva planta de tratamiento de residuos, soluciones viales e inversiones en movilidad como transporte público.

¿Pero el metro no es una solución como lo planteó Augusto Barrera?

Creo que sí, pero no es la solución para todos los males. El metro modernizará la movilidad en la ciudad y debe ser la columna vertebral y el pretexto del nuevo sistema integrado de movilidad en Quito.

¿Qué implica ese sistema integrado?

Un sistema de recaudo automatizado e integrado es fundamental que se permita pagar con tarjeta o a través de celular; pero la información que nos proporcionará será de una riqueza extraordinaria, pues con esa información en la mesa puedo ver dónde están los puntos deficitarios del metro y dónde debería reestructurar rutas y frecuencias para que alimenten esos puntos.

¿Qué tarifario propone para el transporte público en la ciudad?

Hay que hacer un fideicomiso que constituya un gran fondo, donde pueden ir las multas y matriculaciones y este permitirá pagar a los transportistas por kilómetro recorrido y no por pasajero levantado. Cuando tenemos eso podemos definir la tarifa técnica y la tarifa social, y si en algún momento hay una desfase entre las dos tarifas, el Municipio asume la tarifa social. No hay que temerle a un subsidio en el transporte, porque termina siendo la mejor política social.

¿El Municipio estaría en capacidad de subsidiar la tarifa del transporte?

Hay que ver hasta dónde, no puede aceptar un subsidio que quiebre al Municipio; pero en la tarifa de 0,35 centavos que actualmente se paga y la tarifa técnica de 0,45 centavos, hay un desfase que sí podría cubrirse.

Hay un tema que preocupa: los trabajadores informales, ¿qué plantea usted?

Planteamos una ordenanza para reinstalar a los vendedores en los mercados y en una buena área a la redonda impedir venta informal y eso supone que garantiza el derecho al trabajo, y para los que quedan en calle construir nuevas plazas.

¿Usted va a defender a Quito cuando haya las movilizaciones?

Al ciento por ciento lo voy a defender, pero esta pregunta tiene un defecto en su concepción, exculpa al verdadero culpable de esas movilizaciones; y yo defenderé a la ciudad también diciéndole al Gobierno nacional que si ofreció resolver los problemas en cien minutos y no lo hizo, a dónde quiere que vaya la gente a protestar. Hasta buscaré la forma legal para pasarle la factura al verdadero causante de la movilización.

¿Qué va a pasar si el movimiento indígena, trabajadores o cualquier ciudadano protesta, abrirá usted la ciudad o la amurallará para protegerla?

Hay que protegerla y hay que proteger la actividad económica, pero insisto hay que decirle al Gobierno que se haga responsable de lo que es.

¿Qué puede cambiar el Gobierno de lo que ha venido haciendo en los dos primeros años?

Yo creo que poco o nada.

¿Entonces, se puede crear un ambiente que puede llevar a protestas?

Se podría disponer las rutas que tomen los sectores que protesten para salvaguardar a la ciudad en su patrimonio; pero no dudaremos en ser enfáticos reclamando lo que justamente supone un reclamo al Gobierno por sus incumplimientos, indolencia o falta de atención. Eso no amerita que una autoridad deba sumarse, pero sí le da el peso y la talla al alcalde de Quito de su opinión sobre los temas de relevancia nacional.

Usted planificó la ciudad en la administración de Augusto Barrera, ¿qué rescataría?

Mucho, el problema es que a Quito a veces lo entendemos solamente como el chorizo que va del sur al norte o viceversa, Quito son las 33 parroquias rurales y los problemas urbanos de hoy son problemas mal resueltos en la ruralidad del día de ayer.

¿Lo que usted planificó no lo aplicó Barrera?

Sí, en algunas cosas se sentaron las bases.

Barrera lo puso como Secretario de Planificación, ¿usted lo invitaría a que lo ayude a planificar la ciudad?

Augusto es una persona que conoce la ciudad, yo me nutriré de los consejos de todos los que conozcan la ciudad, sean o no sean de mi horizonte político, y si mi objetivo es que Quito renazca, todos los que puedan opinar y poner sus conocimientos a favor de la ciudad tendrán espacio para hacer escuchados, valorados y si algunas cosas debemos implementarlas juntos sí.

Biografía

Lugar y fecha de nacimiento: Quito, 6 de septiembre de 1975.

Estudios: candidato a Ph. D. en Ciencias Social de Buenos Aires-Argentina, maestría en Ciencias Sociales, licenciado en Sociología en la Universidad Católica de Quito.

Actividades: Político, docente universitario.

Cargos: Exasambleísta por Pichincha del movimiento Revolución Ciudadana, ocupó varios cargos públicos desde el 2009 hasta 2015, como secretario nacional de Planificación, ministro de Inclusión Económica y Social, secretario de Planificación en el Municipio de Quito. (I)