Tras un proceso de más de cinco años por haber lavado millones de dólares a través de bancos estadounidenses, los dos hijos del expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, aceptaron lo que informaron investigaciones periodísticas, fiscalías y era un secreto a voces. Parados frente a un juez federal de Estados Unidos, minutos antes de conocer el destino de encierro que les espera, dijeron que su padre los indujo a cobrar, mover y ocultar el dinero de Odebrecht.