El presidente Guillermo Lasso anunció el domingo la reducción de los precios de las gasolina extra y eco así como al diésel. La baja en 10 centavos de dólar por galón en estos combustibles le representará al Estado ecuatoriano aproximadamente $ 250 millones en subsidios, que se suman a los $ 3.000 millones que ya se destinan a subsidiar combustibles.

Aunque en un porcentaje menor al que piden las organizaciones indígenas, el mandatario cedió a una reducción de 10 centavos de dólar que deja el precio del diésel en 1,80 dólares y el de la gasolina corriente en 2,45. Los indígenas exigen bajar las cotizaciones a 1,50 y 2,10 dólares respectivamente.

“Esta decisión no es suficiente, es insensible”, expresó la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), después de que Lasso anunciara la reducción. La decisión del Ejecutivo “no se compadece de la situación de pobreza que afrontan millones de familias”, indicó la Conaie en un comunicado firmado por su titular, Leonidas Iza, añadiendo que “nuestra lucha no cesa (...) y la protesta sigue vigente”.

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La asambleísta Pierina Correa, de la Unión por la Esperanza (UNES) _bancada que busca en la Asamblea Nacional la destitución del primer mandatario_ también se refirió este lunes a la baja de los precios de estos combustibles que anunció Lasso. Dijo que el precio de los combustibles no es el único problema que tiene el país.

Los combustibles son parte del problema, pero sí da hasta vergüenza y uno se siente ofendido en lo más profundo cuando el presidente _ayer (domingo), en rueda de prensa_ lanza como gran solución que va a rebajar 10 centavos a la eco, a la extra y al diésel”, indicó Correa en Ecuavisa.

Ante el comentario de la asambleísta, el presentador Lenin Artieda le recalca que esta baja en total representa 250 millones en subsidios, que si acaso le parece poca cosa, a lo que Correa le responde: “mire, puede ser, pero entonces hagamos la Refinería del Pacífico y la planta petroquímica para derivar nuestros propios combustibles y no tener que importar”.

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Pero hagámosla de verdad, pues”, le espeta el presentador, palabras que repite la asambleísta. Artieda le complementa con “no vamos a gastar 1.500 millones en aplanar un terreno”; Correa hace una pausa y le indica: “eeehhh, la parte técnica la podemos discutir en otro momento, porque es bastante profunda y requiere números...” Finalmente dice que sobre este tema solo se los ataca y no se ha hecho nada más, para enseguida seguir hablando de las protestas actuales.

Durante el correato se aseguraba que con la Refinería del Pacífico, en El Aromo (Manabí) _que debía haberse completado en 2017_, Ecuador iba a dejar de ser un país explorador de un bien primario, como el petróleo y se convertiría en un exportador de productos con valor agregado, como los derivados de crudo.

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El objetivo era procesar o refinar 300.000 barriles de petróleo por día y producir gasolina, diésel, gas licuado de petróleo, jet fuel (combustible de aviación) y productos petroquímicos para consumo interno y de exportación.

Se estimó que este ambicioso proyecto requeriría una inversión de $ 14.100 millones. Hasta ahora solo existe un extenso terreno aplanado, obras tempranas y el acueducto La Esperanza.

La Contraloría del Estado determinó que en el gobierno de Rafael Correa se invirtieron $ 1.528 millones en “infraestructura inútil” en lo que fue la construcción de esa refinería, hoy en liquidación.

Así también, un informe indicó que narcotraficantes establecieron operaciones en el predio de lo que iba a ser esta refinería. (I)

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