Valentina Centeno, jefa del bloque de Acción Democrática Nacional (ADN), explica las razones del distanciamiento con la Revolución Ciudadana y el Partido Social Cristiano, agrupaciones políticas que fueron sus aliadas en el arranque del actual periodo legislativo, y sobre los escenarios políticos que avizora si el correísmo asume el control de la Asamblea si el actual presidente, Henry Kronfle, renuncia al cargo para correr en las elecciones generales del 2025.

El Gobierno y la Asamblea Nacional arrancaron con una relación fluida gracias al acuerdo de gobernabilidad entre RC, PSC y ADN. Y funcionó en principio porque se repartieron el CAL y las comisiones, y el Gobierno tuvo sus leyes urgentes. ¿Qué provocó la ruptura?

En efecto, nosotros tuvimos que buscar los votos para las cinco económicas urgentes que eran parte de nuestra agenda legislativa, desde el inicio teníamos clarísimo cuál iba a ser la hoja de ruta. Las cuatro primeras tuvieron más de 100 votos, o sea, el apoyo de casi todo el pleno, no de un pacto o acuerdo en específico, y la última ley, la de Turismo, tuvo el apoyo de 83 votos, excepto la RC, que apoyó solo con siete. Y todas son leyes importantes, pues han permitido que el país haya logrado una estabilidad fiscal y lo resalto porque el trabajo de la bancada en la Asamblea fue muy muy positivo. Tuvimos varias leyes que permitieron recaudación por condonación de intereses, multas y recargos que ayudaron a la gran mayoría de pequeños y medianos empresarios que son quienes han acogido este beneficio; incentivos tributarios para generación de empleo y generación de energía con fuentes renovables; habrá un fondo financiado con un valor que se cobra por los pasajes aéreos y que eso permitirá tener hasta de $ 60 millones para promoción turística, y también algunos temas de recaudación tributaria de impuestos a la banca, las empresas más grandes del país, la subida de tres puntos del IVA. Esto ha permitido poner nuevamente la casa en orden, tomando en cuenta que recibimos el país con más de $ 4.600′000.000 de deuda en proveedores impagos, prestadores de servicios impagos, municipios y prefecturas impagos. De ahí hemos tenido ahora un segundo momento (de distanciamiento) todo a raíz de la captura del exvicepresidente Jorge Glas, uno de los líderes de la Revolución Ciudadana, y Pablo Muentes, una persona muy representativa en el PSC.

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¿Usted cree que esas capturas fueron el motivo del distanciamiento con estos dos partidos?

Claro, se supone que en la Asamblea estamos todos elevando una bandera de lucha contra la corrupción, contra la impunidad, contra los narcopolíticos. Y que se ha respaldado a la Fiscalía General del Estado con resoluciones aplaudiendo su trabajo. Pero cuando pasaron estos sucesos, la captura de Jorge Glas y más adelante la de Pablo Montes, las cosas empezaron a cambiar. También tenemos un panorama electoral a las puertas. Sabíamos que ya en la campaña la oposición jamás estará a favor del candidato más opcionado para ganar la reelección, sino que intentarán atacarlo porque es el enemigo a vencer para que sus cartas electorales crezcan en porcentajes y en aceptación. Que quieran decir que existen otros motivos, que quieran decir que ya no están de acuerdo con la gestión del presidente Noboa es falso, fue a raíz de estas acciones contundentes contra delincuentes.

Pero era obvio que el correísmo iba a reaccionar así en el caso de Glas ya que el ingreso a la Embajada de México para detenerlo sí fue una decisión del Gobierno. Pero con Muentes, ¿por qué el PSC se molestaría con el régimen si es un tema de la Fiscalía, que tiene autonomía en sus investigaciones?

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Sobre Glas, ahora ya viéndolo desde una perspectiva más amplia, los tiempos en que les dictaron prisión preventiva a él y a otras personas vinculadas al caso Reconstrucción de Manabí denotan claramente la intención de una fuga justamente en diciembre (que ingresó a la embajada). Y sobre Muentes, no le gustó escuchar en el pleno que un exlegislador que era parte de su mesa chica esté vinculado a casos de narcotráfico, de metida de mano a la justicia con servidores y funcionarios judiciales que operaban con grupos de delincuencia organizada...

Los socialcristianos se quejaron de que ADN les había “robado” asambleístas cuando se dio la votación de la ley tributaria...

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Bueno, nosotros hemos tenido siempre los brazos abiertos. Empezamos 14 asambleístas, ahora somos ya 38, a veces 40, algunos que ya son afiliados a la bancada, otros que están solo como adheridos y aliados. ¿No les gusta la idea de que sus asambleístas quieran apoyar al Gobierno nacional? Por supuesto que no les gusta, porque tienen otra agenda que cumplir. Sin embargo, ahora ellos están cogiéndose asambleístas de Construye. Ya tienen a Carla Cruz, Sofía Sánchez, Gissela Molina... Como siempre, por un lado critican una cosa y luego ellos sí materializan esas prácticas. Del PSC nosotros tenemos a Lucía Jaramillo, que fue expulsada del partido, y Guido Vargas, que no es el PSC sino de Sociedad Patriótica.

Los “camisetazos” también son prácticas del “viejo Ecuador”.

Una cosa es el “camisetazo” como traición al partido político que te acoge y con quien tú caminas y deberías compartir ideales, y para el que están proponiendo en una ley que sea sancionada... Pero otra cosa es ser Gobierno y que asambleístas del pleno apoyen las causas que ese Gobierno está liderando para llevar al país a un mejor futuro. Yo no veo eso como un camisetazo. Yo veo eso como asambleístas que se ponen la camiseta del Ecuador y quieren apoyar las cosas positivas que el presidente Noboa está emprendiendo en la Asamblea.

El presidente de la Asamblea, Henry Kronfle, ha dicho que esta pugna entre el Ejecutivo y el Legislativo es parte de una estrategia política de Daniel Noboa de cara a la campaña del 2025 para hacer creerle al país que solo él sabe luchar contra la corrupción y a favor de la seguridad y que los asambleístas son enemigos y todo lo hacen mal. ¿Qué le responde?

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Yo le respondo que es todo lo contrario. Quienes han empezado una persecución al Gobierno han sido justamente los de la vieja política, la oposición con el pacto entre la RC y el PSC. Nosotros estamos denunciando lo que vemos en el pleno todos los días. Que en las comisiones se dedican a presentar informes que recomiendan juicios políticos a nuestros ministros. O que retiran firmas de juicios políticos a los exministros del Gobierno pasado, que apoyaron en su momento porque conceptualmente se suponía que eran sus detractores, incluso interpelantes del juicio político al expresidente Guillermo Lasso, y luego, con la única intención de molestar a este Gobierno, retiran las firmas, hacen una jugarreta en el CAL (Consejo de Administración Legislativa) y en la Comisión de Fiscalización, en donde la RC no tiene mayoría si no es con el PSC... y ahí es cuando nuestra canciller tiene que enfrentar un juicio político. Ahora también presentan el de Mónica Palencia, recomiendan el de Roberto Luque, ministro de Transporte; recomiendan el de Juan Carlos Vega, ministro de Finanzas; hacen procesos disciplinarios contra Lucía Jaramillo y contra mí por decir en el pleno verdades que no les gusta escuchar... Yo presido la Comisión de Régimen Económico y mi secretario y mi prosecretario fueron despedidos por el presidente de la Asamblea, y así todos los secretarios y prosecretarios de las comisiones que preside ADN... Son acciones de persecución contra nosotros, por eso decimos que existe una evidente intención de entorpecer, molestar, dinamitar la gestión del presidente Noboa.

Usted dijo que había la intención de “declarar loco” a Noboa, lo cual le generó una amonestación del CAL. ¿Qué pruebas tenía? Porque lo que se aprobó en el pleno fue otra cosa (una resolución para rechazar las declaraciones de Noboa en The New Yorker sobre otros mandatarios de la región).

Porque lo logramos anticipar. Tenemos las entrevistas de algunos asambleístas de la Revolución Ciudadana días anteriores, en donde ya empiezan con un relato de que al presidente lo ha embebido el poder, que está delirando... y que por lo tanto es un presidente que ya está loco, y así tal cual lo han dicho en entrevistas previas al pleno de la Asamblea, y obviamente también se hizo inteligencia por parte del Gobierno, que fue lo que nos hizo salir a defenderlo, porque lo que se intentaba en el pleno era aprovecharse del reportaje de The New Yorker para que todas las intervenciones se alinearan en torno a ese discurso. El asambleísta Blanco Luna, de la RC, que fue el que inició el debate, dijo en su intervención que el presidente está delirando, que el presidente ya no entiende lo que hace, que el presidente, en pocas palabras, estaba loco. Por eso nos anticipamos y logramos que las intervenciones no se encaminaran hacia una supuesta incapacidad del presidente sino que habláramos del reportaje del The New Yorker, cuyo verdadero sentido era la crisis de inseguridad que atravesaba el país y cómo el presidente afrontaba una guerra con la delincuencia.

Para pelear se necesitan dos. Entonces, si bien usted me menciona algunas actuaciones de parte de la nueva mayoría, también hubo respuestas del presidente, por ejemplo, los vetos totales para algunas y retiró a la escolta legislativa de Kronfle... O sea, tampoco es que el presidente no ha hecho nada.

A ver, sobre el tema de los vetos, hay que recordar lo que se aprobó en la Asamblea Constituyente. A pesar de que el correísmo fue artífice de la Constitución del 2008, en donde se establece que el presidente tiene la facultad de vetar parcialmente las leyes y que la Asamblea para ratificar su texto deberá obtener las dos terceras partes de los votos, cambian luego esa postura y aprueban en el pleno que ahora solo necesitan de 70 votos, una mayoría absoluta, quitándole y restándole facultades al Ejecutivo en su calidad de colegislador. Entonces, obviamente al presidente le queda una única herramienta que son los vetos totales cuando no le parece un asunto, porque la RC y el PSC tienen 70 votos entre los dos. Ellos nos llevaron hacia ese camino y yo se lo dije al presidente Kronfle: Con esto el trabajo legislativo se ve menoscabado muchísimo, porque todo el trabajo de meses de las comisiones terminan en vetos totales porque el presidente tampoco va a permitir que la Asamblea le imponga su política pública. Sobre todo una Asamblea en la que está en una oposición de la vieja política, que está intentando es hacerle daño al presidente y por lo tanto hacerle daño al país.

En este escenario de confrontación existe la posibilidad de que Kronfle renuncie para ser candidato presidencial y en ese caso el correísmo se quedaría con la presidencia de la Asamblea por la sucesión que está prevista en la ley. ¿Qué escenarios políticos pueden presentarse?

A mí me parece que él está en su derecho de participar en una contienda presidencial. Es un derecho fundamental la libertad de elegir y de ser elegido. Pero mi opinión ya muy personal sobre esta decisión de dejar la Asamblea en manos del correísmo me parece que no es coherente con su ideología, la que su partido profesa. Él llegó a la Asamblea con una agenda, llegó para cumplir un plan de trabajo, y dejarlo inconcluso, en manos de sus supuestos enemigos, ideológicamente hablando, a una tendencia que ha evidenciado que es una dictatorial, que avala la violencia, la persecución, coartar las libertades y la democracia, es terrible para el país. No estamos de acuerdo, eso es algo que no vamos a apoyar.

Kronfle ha planteado llegar a un acuerdo político para que la primera vicepresidencia de la Asamblea se quede con un legislador del PSC y este trabaje en conjunto con Viviana Veloz, quien asumiría la presidencia. ¿Ustedes estarían de acuerdo con esto o les interesaría como ADN tener más espacios en el Consejo de Administración Legislativa?

Para mí, se debe cumplir la ley. Lo que nosotros vamos a apoyar es que exista una sucesión, es decir que si Viviana Veloz asume la presidencia, la primera vicepresidencia debería asumirla el segundo vicepresidente, que es Eckenner Recalde (de ADN). Por lo tanto, él debería ser el primer vicepresidente y ese cupo que queda vacante en la segunda vicepresidencia debe elegirlo el pleno.

Volviendo al tema de los juicios políticos, ¿cómo están trabajando para evitar la censura y la destitución a la canciller Sommerfeld y a la ministra Palencia? En el caso de la canciller, algunas bancadas ya han dicho que no apoyarán el juicio porque hacerlo sería avalar la tesis de México en la demanda en La Haya por la incursión en la embajada, pero en el caso de Palencia, se la está interpelando por el manejo de la seguridad, en el cual es evidente que el Gobierno le ha quedado debiendo al país.

La causa principal por la que las enjuician a las dos, en principio, es un incumplimiento de funciones por el tema de la Embajada de México, y ahora han reculado porque se dieron cuenta de que no cabe ese discurso antipatria de poner por encima los intereses de México que los de Ecuador, que en el plano internacional quedaríamos en una situación vergonzosa, victimizando a un delincuente como Jorge Glas. Por eso ahora es que han metido otro juicio por otras causales relacionadas con la inseguridad contra Mónica Palencia y lo quieren unificar para que se trate igual con inmediatez y puedan llevarla al pleno.

Vamos a demostrar la gestión que han tenido el Ministerio del Interior, el de Defensa y el presidente en torno a la seguridad con las medidas que se han adoptado, porque la percepción de inseguridad, que es una percepción, muchas veces no refleja la realidad de la calle, de los números, de los indicadores, sino que se apega a esta campaña mediática para debilitar al Gobierno. Hay que resaltar los aciertos de la ministra. Yo puedo resaltar que se retomó el control de las cárceles, de las fronteras, la incautación de drogas que supera las expectativas del Gobierno, la reducción de los homicidios intencionales en el país en un 18 % en el total sumando las 24 provincias. Hay provincias que son más críticas que otras, como Los Ríos, Sucumbíos, Manabí... Pero si comparamos las cifras con las del año anterior, ya hasta Manabí tiene menos muertes violentas, homicidios intencionales que el año anterior.

En el tema electoral, ¿cuántos de sus actuales legisladores irán a la reelección?

El partido tendrá que hacer primarias entre la primera y la segunda semana de agosto. Y ahí vamos a decidir, con el presidente Noboa, quiénes serán los que ocupen las curules y estoy segura de que se respetará también mucho el trabajo que han realizado nuestros legisladores, tanto dentro como fuera del Parlamento.

Usted ha dicho que irá a la reelección, pero no en la lista nacional sino por Manabí, ¿ADN quiere tener más fuerza en esa provincia?

Así es. El presidente me ha anticipado que la intención es que yo pueda encabezar la lista de la zona sur de Manabí, porque con la provincia hay muchas deudas históricas y yo, como manabita, estoy encantada de poder trabajar por ella, con un enfoque más local, que me permita dar soluciones, que me permita fiscalizar la corrupción, los sobreprecios, los saqueos que hubo en mi provincia, y así ya he empezado a hacerlo. (I)