Édgar G. fue condenado a 26 años de prisión por el femicidio de una adolescente de 17 años en Yaruquí, en el nororiente de Quito. La sentencia se dio tras un proceso judicial que reveló detalles sobre el crimen, ocurrido el 15 de septiembre de 2023.

La jornada de aquel septiembre comenzó con Édgar llegando a su lugar de trabajo en una construcción de Yaruquí con la cara aruñada y visiblemente nervioso. A sus compañeros, entre ellos “Kléver”, les dijo que había sido asaltado en el bus.

Militares y policías intervienen el barrio San Agustín en Manta, zona donde habitan familiares de alias ‘Fito’

Eran las 08:30, horas antes, “Kléver” y su hija de 17 años habían llegado a sus respectivos trabajos. La adolescente desyerbaba una plantación perteneciente a la familia de Édgar, quien le pagaba por su labor y también le había conseguido trabajo a su padre.

Publicidad

A las 10:00, “Kléver” le pidió a Édgar que llevara un refrigerio a su hija, ya que la plantación estaba cerca de la construcción. Cuando regresó, Édgar afirmó que la joven no había llegado a trabajar y que recibió una llamada de un desconocido informándole que ella estaba huyendo con un hombre hacia la Amazonía.

Más de 120 detenidos ocasionan operativos realizados en siete provincias

Preocupado, “Kléver” se dirigió a Quito para denunciar la desaparición de su hija. Mientras tanto, la comunidad de Yaruquí se movilizó para buscarla.

A las 15:00, la hermana de Édgar, ajena a la desaparición, encontró una manguera fuera de lugar en la plantación. Al intentar acomodarla, un pie salió de un hueco poco profundo. Inmediatamente llamó a los vecinos, quienes removieron la tierra y encontraron el cuerpo sin vida de la adolescente.

Publicidad

Cuando la policía llegó al lugar, “Kléver” informó sobre el extraño comportamiento de Édgar, sus heridas en el rostro y la supuesta llamada recibida. La policía allanó la casa de Édgar y encontró el celular de la adolescente en el cajón del velador de su dormitorio, lo que llevó a su arresto.

‘Ya no vamos a estar tranquilos así, estamos sorprendidos’, dicen en zona del suburbio donde se dio secuestro de dueño de tienda

Durante el juicio, la Fiscalía presentó pruebas contundentes y testimonios de expertos. La perita explicó que la autopsia reveló un femicidio de índole sexual, perpetrado bajo una noción de masculinidad asociada con autoridad, dominio y violencia física y sexual.

Publicidad

Se argumentó que el crimen fue cometido bajo la creencia de la propiedad masculina sobre el cuerpo de la mujer.

Además, la perita en entorno social destacó la asimetría de poder entre Édgar y la adolescente, derivada de la diferencia de edad y la relación laboral. Este vínculo de amistad generó una relación de confianza que Édgar explotó de manera trágica.

Más de 260 infracciones de tránsito se han captado con cámaras del centro de Guayaquil en cinco días

Los análisis de ADN tomados del cuerpo y de las prendas de la víctima, así como del procesado confirmaron la violencia física y sexual ejercida por Édgar. La adolescente intentó defenderse, causándole heridas en el rostro del agresor.

La fiscal del caso subrayó que Édgar golpeó, violó y estranguló a la adolescente, con quien había mantenido una relación de amistad durante dos años.

Publicidad

El Tribunal de Garantías Penales declaró culpable a Édgar G. y lo sentenció a cumplir 26 años de cárcel, conforme a los artículos 141 y 142 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), con el agravante 2.

Además, el sentenciado deberá pagar una multa equivalente a 1.000 salarios básicos unificados y una compensación de $ 10.000 a la familia de la víctima. (I)