Cada vez más empresarios, funcionarios, políticos, candidatos presidenciales, periodistas y otros trabajadores visten chalecos antibalas y hasta cascos para desarrollar sus actividades.

En las jornadas de trabajo de muchos se ha incluido esta protección por la ola de violencia que azota al país y que motivó el undécimo estado de excepción decretado por el Gobierno en este mes, con vigencia por 60 días.

Y el interés por comprar un chaleco antibalas se incrementó tras los asesinatos del alcalde de Manta, Agustín Intriago, y del candidato presidencial Fernando Villavicencio.

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Ambos fueron acribillados durante apariciones públicas entre julio y este mes. Candidatos como Daniel Noboa, Andrea González y Christian Zurita, el reemplazo de Villavicencio en la contienda electoral, usan chalecos antibalas y hasta cascos.

Hay alcaldes y funcionarios municipales que también están usando chalecos antibalas, como la alcaldesa de Manta, Marciana Valdivieso, quien asumió el mando tras el crimen de Intriago.

Unos políticos y empresarios están utilizando chalecos antibalas tipo BVD. Estos productos en Police Tactical Equipment, local ubicado en la avenida de las Américas, en Guayaquil, cuestan $ 1.008, en oferta y es de la marca Miguel Caballero. Parece una faja.

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El implemento incluso tiene la forma del pecho femenino y está diseñado para usar bajo la ropa sin que se note.

Los cascos cuestan $616 y tienen nivel de protección IIIA (resiste hasta una .44 la munición más grande y letal dentro de las armas cortas). Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

La mayoría no ha recibido amenazas ni teme ataques directos, pero sí expresan su temor a una bala perdida, a un secuestro o a un asalto.

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En Police Tactical Equipment también hay chalecos interiores de mayor resistencia a $ 1.481 y unos con protección lateral a $ 1.672. Los chalecos con sistema Mole (bolsillos para llevar implementos) que usan los policías en este negocio cuestan $ 950 y están elaborados con placas de aramidas (una fibra altamente resistente).

También hay en el mercado chompas con protección antibalas a $ 1.804 y hasta chalecos para reporteros a $ 1.568. Los llamados portafolios blindados (placas para tapar a un posible objetivo) también se encuentran a $ 4.180.

Los cascos cuestan $ 616 y tienen nivel de protección IIIA (resiste hasta una calibre 44, la munición más grande y letal dentro de las armas cortas).

Fibas como kevlar y aramidas forman los paneles de protección. Las balas quedan dentro del chaleco pero no atraviesan la fibra. Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Chalecos resistentes a balas de fusil se importan solo bajo pedido y tienen un costo superior. Son de niveles III y IVA los que soportan cualquier proyectil.

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Donny Pesantes, de la empresa 360 Tactical Ec, calcula que el interés este año por equipos de protección se ha incrementado en un 80 % al menos. En los últimos días ha hecho varias cotizaciones y está mostrando sus dos productos estrella.

Él también tiene prendas antibalas interiores. Cuenta que su producto de la marca Under360 cuesta $ 1.000, pesa 3,5 libras y asegura que tiene una protección nivel IIIA.

Está elaborado en fibra de kevlar, cinco veces más resistente que el acero y es del grosor de una cartulina.

El otro chaleco que más se vende es el táctico nivel 3A, el que normalmente usan policías, guardias y metropolitanos.

Cuestan $ 600 cada uno y Pesantes menciona que hace dos años le vendió este producto al Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (CUACME).

Ambos chalecos que ofrece están hechos con kevlar y tienen siete años de garantía en el panel balístico. La funda exterior tiene garantía de dos años. Los paneles vienen sueltos y se pueden insertar en otro forro.

Atrás del Cuartel Modelo, en el barrio Chemise, venden los forros de los chalecos en $35. Cuentan que con el sudor no solo se va dañando el forro sino también se deteriorarían los paneles (la placa que los protege). Foto Carlos Barros/El Universo. Foto: El Universo

Esos forros los venden también detrás del Cuartel Modelo, en el barrio Chemise. Ahí compran los policías para colocar los paneles de protección, la mayoría ya caducados, pues cuentan que con el sudor no solo se va dañando el forro, sino que también se deterioran los paneles (la placa que los protege).

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Los forros para los chalecos policiales cuestan $ 35.

Niveles de protección

IIA protege hasta calibre 38.

II resiste hasta 9 mm.

IIIA usa la policía y resiste hasta una .44 (la munición más grande dentro de las armas cortas).

III es placa rígida que resiste municiones de fusil.

IV usan los grupos tácticos a nivel de ejército, en las fronteras. (I)