Cinco días les tomó a la Policía y Fuerzas Armadas de Ecuador la recuperación del control en la Penitenciaría y en la Cárcel Regional de Guayaquil, luego de los enfrentamientos entre bandas que luchan por el poder, que el pasado martes provocaron la peor matanza de la historia penitenciaria del Ecuador, con un saldo de 119 reos asesinados, casi una decena de ellos decapitados.