El monitoreo, alerta y seguimiento de accidentes de tránsito, movimiento de personas sospechosas, asaltos y otros eventos son parte de las novedades que registra el sistema de monitoreo del ECU911 Guayaquil, que nació de la articulación entre el sistema gubernamental ECU911 con la Corporación para la Seguridad Ciudadana (CSCG)

En los recientes cuatro años, durante el ciclo administrativo de Cynthia Viteri, se dio un aumento de cámaras de videovigilancia para colaborar en la atención de emergencias y eventos delictivos.

En la ciudad se pasó de 1.148 cámaras de vigilancia de la Corporación para la Seguridad Ciudadana (CSCG) y ECU911 a 16.425 cámaras en la urbe, con inteligencia artificial, según datos municipales compartidos por la exalcaldesa Cynthia Viteri.

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Al cierre de su gestión, ella dijo que se dejan colocadas 10.000 y las otras 5.000 seguirán siendo colocadas por la siguiente administración.

Pese a la puesta de estos dispositivos, los índices de delincuencia, extorsiones, secuestros y muertes violentas han tenido un crecimiento paulatino en estos recientes años. Incluso, varios de estos casos suelen compartirse por redes sociales de la CSCG.

¿Cómo sacar mejor provecho de estas cámaras y la data para mejorar los índices de seguridad?

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Ciudadanos consultados consideraron que la puesta y uso de las cámaras de seguridad podrían potenciarse e incentivar su acción de mitigación a la delincuencia, con algunas recomendaciones, a fin de cuentas no solo convertirse en registrador de hechos delictivos, sino un elemento que permitan avances en indagaciones, labores de inteligencia y disminución de eventos.

Aquiles Alvarez, alcalde de Guayaquil, designó a Andrés Sandoval como director de la CSCG. Él fue funcionario del sistema Ecu911.

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En los últimos tres meses, el Municipio de Guayaquil y sus empresas han destinado casi $ 10 millones en 285 contratos

Jaime Álvarez, ciudadano del centro-sur, mencionó que la acción de las cámaras con su personal que da monitoreo debería estar interconectado en tiempo real con las cuadrillas de agentes policiales, metropolitanos, servidores de tránsito, entre otros.

Una vez conectados, por medio de intercomunicadores, podrían estar al tanto de lo que observan los servidores que se encuentren en salas de emergencias y se mantenga la interacción permanente con los monitores que observan desde lo alto con las cámaras dispuestas en las distintas intersecciones. Ellos trabajarían en equipos con los uniformados que van a pie, en motos y automóviles en territorio.

“Para que cuando haya una alerta desde centro de monitoreo sean más fácil la comunicación entre todos y sea más fácil asistir al punto y más estén disponibles para actuar”, dijo este ciudadano.

Para Beatriz Morán, otra ciudadana del norte de la urbe, los organismos deberían trabajar con una mejor coordinación de acciones a implementarse en un solo plan de seguridad, bajo sus competencias, y que sin necesidad de un llamado de auxilio, desde las cámaras, se den constantes movilizaciones con los patrulleros policiales y camionetas negras puestas por el Municipio para que asistan a determinado evento.

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Asimismo, consideró que las cámaras deben colocarse en puntos más estratégicos, que sean considerados conflictivos, para que cuando suceda un evento puedan tomar acciones eficientes contra la delincuencia, asimismo, mencionó que debería haber equipos que analicen los datos que arrojan los análisis de la visualización de cámaras para plantear estrategias de acción frente a la delincuencia.

En algunos sectores se han instalado cámaras por cuenta de los moradores y por entidades públicas. Foto: Ronald Cedeño

Por ejemplo, si las estadísticas arrojan que los robos se dan a determinada horas en un barrio apuntar al monitoreo, visualización de carros o personas sospechosas e inmediatas coordinaciones con patrulleros en esas franjas horarios, comentó.

“Además que los videos puedan estar a disposición de los ciudadanos para denuncias. Y que se confirme que las cámaras funcionen y que la calidad de las imágenes sean de utilidad para identificar a los ladrones. Me parece que esta es la principal falencia que cada uno hace su propio plan, en lugar de complementarse”, dijo.

¿Qué logró Guayaquil con aportes para seguridad que realizó administración municipal saliente?

Milton Uzca, otro ciudadano que suele trabajar en el centro porteño, mencionó que es necesario un análisis del número de personal de monitoreo que esté pendiente de lo sucedido con las cámaras a fin de establecer acciones preventivas y que este banco de imágenes pueda servir a las unidades investigativas para estudios de los comportamientos de la delincuencia en determinadas zonas, a fin de mitigar los índices delictivos y que no solo las imágenes sirvan para su exposición en redes sociales.

Tanto Uzca como Morán mencionaron que los puntos donde los usuarios pueden solicitar los videos deberían unificarse con el sitio donde acuden a colocar denuncias, ya que ir de un sitio a otro vuelve engorrosos los trámites, e incluso se podría abrir la la posibilidad de hacer trámites o solicitudes de imágenes de manera virtual para evitar la dilatación de tiempo entre la denuncia y las indagaciones.

Entre 2019 y 2022, el Cabildo invirtió 306 millones de dólares en acciones de orden y control, seguridad y prevención del delito con la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil (CSCG), la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM), el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano, otras direcciones y entidades involucradas.

En un video de rendición de cuentas, Viteri recordó que su administración trabajó en la constitución de la nueva central de llamadas de emergencia ECU911 Guayaquil, con una nueva central de llamadas y la articulación de la Corporación para la Seguridad Ciudadana de Guayaquil, y además con la Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) en la puesta en marcha del plan de instalación de 24.000 cámaras de vigilancia con botón de auxilio en 6.000 vehículos, como taxis, buses y expresos (4 cámaras en cada unidad).

Del 20 de octubre de 2020 hasta el 28 de febrero de 2023 se recibieron 3′550.147 llamadas de auxilio o emergencias en la central del ECU911 Guayaquil. De esas el 44 % corresponde a situaciones reales que se han coordinado con entidades de respuestas y se ha enviado un recurso de apoyo a la ciudadanía.

Con esta central, además, se logró la integración de los sistemas de comunicaciones de ambulancias, hospitales públicos y con el centro ECU911 Guayaquil. “El ciudadano al tener esta información puede ser transportado a una casa asistencial pública que tenga el recurso para poder recibirlo, y no tenga que estar deambulando por la ciudad”, dijo Christian Chérrez, exdirector de la CSCG.

Entre las 16.425 cámaras, unas 15.000 cámaras se distribuyen en 3.750 puntos en la urbe. En cada sitio se encuentran tres cámaras fijas y una móvil. Estas forman parte de los partes de 3.500 nodos que serán monitoreados con inteligencia artificial.

Este sistema tecnológico permitirá agilitar el reporte automático los incidentes que se susciten en la urbe y se incluirá reconocimiento facial, una vez que se tengan datos consolidados de las bases de información de la Policía Nacional, a través de un convenio, para su uso en las instalaciones de la CSCG, dijo Chérrez

Según datos del CSCG, antes de la integración con la nueva central, el tiempo de respuesta de emergencias se daba por encima del minuto y medio (01:30) y ahora bajó a cincuenta y ocho segundos (0:58). (I)