La urgencia de orinar hizo que Carlos Valencia Cruz detenga su camino de regreso a casa la medianoche del sábado 28 de noviembre de 2020. Y ya nunca más regresó vivo. Su esposa, Mónica Cedeño, reconoció su cuerpo entre los que fueron masacrados en la Penitenciaría del Litoral en el amotinamiento del 28 de septiembre de 2021.