CUENCA

El temor de que el fenómeno de El Niño afecte gravemente al Austro del país tiene en alerta a las autoridades de Azuay y Cañar, por lo que desde ya se toman precauciones para que el impacto sea el menor posible. Entre las zonas que generan más alerta están Molleturo, Santa Isabel y La Troncal.

La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos estima que todos los poblados que geográficamente se ubiquen por debajo de los 1.500 metros de altitud van a ser afectados por este fenómeno climático que, en el caso de Azuay, son siete de los quince cantones ubicados en la cuenca del río Jubones, según informó su coordinador zonal, Milton Benítez.

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Estos poblados son Nabón, Oña, Santa Isabel, Ponce Enríquez, Girón, San Fernando y Pucará. Pero también le ponen atención a Cañar, particularmente a los cantones La Troncal, Suscal y Cañar, que tienen características similares.

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Pero de todos estos, una zona considerada roja en Azuay es Camilo Ponce Enríquez, porque hay varios detonantes como el desgastado cauce del río Gala producto de la minería ilegal, lo que al final facilitará los macrodeslizamientos de tierra. Asimismo, en Cañar les preocupa lo que pueda suceder con el río Bulubulu, porque aquí hay poblaciones muy cercanas que han habitado este lugar.

Y para ganarle tiempo a El Niño, el trabajo emprendido con los gobiernos locales se ha iniciado en temas básicos como la limpieza de quebradas y cunetas. No es pesimista, pero advierte que si no se toman acciones a tiempo, se podría dar algo de grandes magnitudes como lo que pasa actualmente en Esmeraldas.

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Del mismo tema el prefecto del Azuay, Juan Cristóbal Lloret, contó que las complicaciones se vendrán entre julio y septiembre próximos, por lo que dentro de sus competencias pidió hacer un levantamiento de información para reforzar la infraestructura de los puentes en las zonas más propensas como Molleturo, Ponce Enríquez, Santa Isabel o el Carmen de Pijilí. Paralelo a esto también busca adquirir los conocidos puentes bailey con un crédito internacional.

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No tiene cifras exactas de cuánto se necesitaría, pero son montos altos, a manera de ejemplo contó que para construir un puente pendiente en el sector de Sulupali, en Santa Isabel, serían $ 6′000.000. “No hay plata, lo que hay es la parte técnica, en el presupuesto de $ 70 millones que nos dejaron el papel, lo que en realidad hay son los $ 40″. (I)

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