Los disparos y las explosiones no cesan desde el sábado en la Penitenciaría del Litoral por la lucha entre las bandas de Los Choneros, Lobos y Tiguerones, y pese a que más de 200 policías y 50 militares llegaron al centro carcelario, la situación parecía no estar controlada hasta el mediodía del lunes, cuando salió el carro de Medicina Legal del centro carcelario con el cuerpo de la segunda víctima mortal del fin de semana.