Hasta el 10 % del valor del contrato exigen ‘vacunadores’ a contratistas a cargo de obras públicas en Guayaquil

Dos ingenieros fueron asesinados, mutilados e incinerados por una banda que exigía al contratista de una obra del noroeste de Guayaquil el pago de una ‘vacuna’ (extorsión).

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Este crimen ha destapado la situación que los constructores y también funcionarios públicos viven en barrios populares que están controlados por las organizaciones delictivas.

Este jueves, 7 de marzo, unos cuarenta miembros del Colegio de Ingenieros Civiles y Constructores del Guayas acudieron a los exteriores de la Gobernación para hacer un plantón pacífico.

Con carteles en los que mostraban a sus colegas asesinados, Kenny Pinto y Javier Morán, el gremio pidió justicia.

Ellos eran ingenieros y fueron secuestrados el 21 de febrero mientras se encontraban laborando en una obra del Municipio de Guayaquil, en el sector de Flor de Bastión. Al día siguiente aparecieron en la cajuela de un carro incinerado; sus cuerpos siguen en la morgue hasta que culminen las pruebas de los peritos.

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Ante esto, el gremio pide condiciones más seguras para hacer su trabajo, pues revelan que las organizaciones exigen entre el 5 % y 10 % del valor de contrato.

“No se paga de golpe; piden en cuotas mensuales el dinero”, contó el ingeniero Hugo Rodríguez, quien fue parte de la comitiva de cinco constructores que recibió el gobernador, Alberto Molina, este jueves.

Los ingenieros contaron que ya muchos constructores no participan en los concursos públicos por temor a los grupos terroristas.

“Y no es solo por la inseguridad, sino también por la falta de anticipo”, añadió Rodríguez, quien mencionó que, pese a que en las obra ya no se publica el cartel con el nombre del contratista, el fiscalizador y el valor de la obra —como antes sí se hacía—, las bandas se las ingenian para conseguir esta información y contactar a los encargados para amenazarlos.

Los antisociales pueden crear usuarios y contraseñas y entrar al portal de compras públicas. Ahí está toda la información, dijo el ingeniero Juan Galarza, quien no está de acuerdo con las condiciones actuales en las obras.

Él mencionó que los trabajos se dan en zonas abandonadas, donde no hay policías.

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El ingeniero Rodríguez refirió que es la primera vez que como gremio se convocan y piden que se cree una ley de seguridad a la contratación pública.

Hasta que se concrete su pedido, esperan que haya un refuerzo de seguridad en las zonas de los trabajos, es decir, que policías permanezcan en los puntos, porque los agremiados estiman que entre el 60 % y el 70% de las obras han sido afectadas por esta situación.

Algunas incluso se han paralizado, dijeron los constructores, que esperaban a las 11:00 reunirse también con un representante del municipio local.

“Ya no podemos más. Nos piden en promedio unos 5.000 dólares mensuales para no robar a los trabajadores o cometer otros delitos contra ellos”, reveló Rodríguez.

El 26 de agosto del año pasado, un guardia de seguridad fue asesinado en un hecho relacionado con las bandas en la misma zona donde mataron a los ingenieros hace dos semanas.

En Flor de Bastión mataron a un custodio que acompañaba a personal de Interagua durante sus trabajos

Varios trabajadores de Interagua habían llegado al bloque 6 de Flor de Bastión en un camión hidrosuccionador para realizar trabajos de limpieza de alcantarillado. Por seguridad, fueron custodiados por una camioneta en la que iba un guardia privado.

Cuando llegaron al punto y la cuadrilla empezó a trabajar, supuestamente dos hombres en moto se acercaron con un fusil para robarles; pero, al encontrarse con el guardia privado, hubo disparos y el custodio murió en el sitio. (I)