Dicen que cuando gana Barcelona el “aire huele a caramelo”; pero, en el cantón Huaquillas, el “aire olió a muerte”. Jaime Geovanni Erazo Ordóñez, de 55 años, celebraba la victoria de su equipo en un bar-discoteca cuando fue acribillado a tiros por desconocidos que irrumpieron en el lugar.