Un video del testimonio anticipado de una niña de 3 años reveló que su padre abusaba de ella.

“Mi papá me popa” (refiriéndose a sus partes íntimas) fueron las palabras mal pronunciadas de la menor, en un video presentado durante la audiencia de juzgamiento de Felipe C.

La Fiscalía informó este jueves 2 de febrero que el Tribunal de Garantías Penales condenó al agresor a 17 años y 4 meses de privación de libertad. Las pruebas fueron el soporte técnico-jurídico para el dictamen.

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El agresor, al formar parte del núcleo familiar de la víctima, recibe el máximo de la pena establecida en los artículos 48, numeral 5, y 170, inciso tercero, del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Este hecho ocurrió en Quito.

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La entidad detalló que doce testigos convocados por la fiscal especializada en violencia de género, Ximena Mora Heredia, presentaron sus relatos testimoniales en la audiencia de juzgamiento. Allí se reprodujo el video de la menor.

Según el testimonio de la madre, el abuso sucedió en varias ocasiones en la casa de los padres del agresor durante las visitas de la niña.

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La madre detectó que algo sucedía con la menor ya que cuando regresaba de las visitas presentaba cambios en su conducta.

La Fiscalía indicó que el relato de la víctima se fortaleció con los informes de los peritos de trabajo social, psicólogo y médico legista, quienes concordaron en que la niña reveló -de forma espontánea y con sus propias palabras– los sucesos por los que estaba atravesando.

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También detectaron que presentó “una sexualidad activada a su corta edad”, narraron la madre, abuela y terapeuta.

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Fiscalía, asimismo, exhibió en la audiencia el testimonio de los peritos de Criminalística que obtuvieron información de una memoria extraíble, entregada por la madre, con videos y audios de su hija donde ingenuamente revelaba el hecho.

Ellos concluyeron que eran auténticos, en imagen y en voz.

La entidad indicó que con las pruebas presentadas se desvirtuó la defensa del procesado. Se había asegurado que él nunca estuvo a solas con su hija y que su cuidado durante las visitas estaba a cargo de su nueva pareja y su madre.

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Además de la sentencia condenatoria, el agresor deberá cancelar 60 salarios básicos a la administración de justicia como multa y $ 1.000 como reparación integral a las víctimas.

La niña junto con su madre deben recibir terapia psicológica en la red de salud pública, según el fallo judicial. (I)