A la par de supervisar el despacho de mercadería a los clientes, el colaborador de un local de venta de materiales de construcción ubicado en la avenida Raúl Clemente Huerta, en el Guasmo sur, atendía a los obreros que llegaron para hacer reparaciones en una de las puertas enrollables del negocio.
Como producto de una explosión, una de las puertas tuvo afectaciones en la parte inferior.
“No se sabe exactamente bien qué ha pasado, pero sí ha habido casos de extorsiones; se ha escuchado”, expresó el hombre al ser consultado sobre la motivación del atentado.
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A pesar de la situación, este negocio no suspendió la atención al público. Pero los clientes sí preguntaban extrañados por lo ocurrido, mientras veían a los cerrajeros reparar la puerta.
A lo largo de la avenida Raúl Clemente Huerta hay decenas de negocios de todo tipo: de materiales de construcción, ferreterías, de venta de comida, de pinturas y demás.
Con mucho recelo, en varios de estos establecimientos algunos colaboradores mencionaron que ese sector, como muchos otros de la ciudad, se ha visto afectado por las extorsiones, también conocidas como cobro de ‘vacunas’.
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“Se ha escuchado (‘vacunas’), como en todas partes. Se ha escuchado que dejan notas, pero la verdad nunca había pasado algo así (como la detonación de explosivos)”, comentó un hombre que prefirió la reserva de identidad y agregó que en el sitio sí hay patrullaje policial.
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Incluso, varios operativos conjuntos se han ejecutado entre Fuerzas Armadas y Policía Nacional en la avenida Raúl Clemente Huerta, en el marco del estado de excepción vigente.
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Quienes incurren en el delito de extorsión tratan de sembrar terror en los dueños de negocios detonando explosivos.
Según la Unidad Antisecuestros y Extorsión (Unase) de la Policía Nacional, en Guayaquil los montos mensuales que antisociales exigen van desde $ 600 hasta $ 10.000, según el tipo de negocio y sector de la ciudad.
A más del ataque en el Guasmo la madrugada de este martes, anoche en la avenida Casuarina también hubo un estallido en la puerta de un local de venta de materiales de construcción.
Según vecinos que se animaron a dar declaraciones bajo anonimato, ese establecimiento estaba cerrado desde hace un par de meses.
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Pese a aquello, fue blanco de un ataque que provocó daños en la puerta principal. La mañana de este martes no hubo nadie en el local, ubicado frente al mercado municipal Casuarina. (I)
