La inseguridad ha tomado un preocupante protagonismo en la avenida Martha Bucaram de Roldós, una arteria vial que atraviesa varios barrios del sur de Quito, como La Ecuatoriana, Ciudadela Ibarra, Alfredo Pérez Chiriboga y el barrio que lleva el mismo nombre de la avenida.

En las últimas semanas, la situación ha escalado al punto de que los residentes han comenzado a alzar sus voces y piden a las autoridades que se tomen medidas urgentes para garantizar su seguridad.

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Sin embargo, ese clamor está teñido de miedo, pues muchos temen represalias si se expresan abiertamente.

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El panorama en la Martha Bucaram es desolador. Sicariatos, balaceras y asaltos se han vuelto parte de la rutina diaria en estos barrios. Los vecinos sienten que están atrapados en una zona donde la violencia y el crimen organizado imponen sus propias reglas.

Durante una reciente cobertura periodística en el área, se pudo observar un punto seguro: una carpa con tres policías. No obstante, para los habitantes, esta presencia es insuficiente, especialmente porque la mayoría de los delitos ocurren durante la noche, cuando el punto de control policial queda desierto.

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Las personas entrevistadas tienen miedo de sufrir algún atentado, por eso pidieron mantener su nombre bajo reserva.

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Una vecina del sector describió cómo la situación ha cambiado en los últimos meses: “He visto que están rodeando los policías, están más constantemente, porque créame que antes no era así. Era botado, no había la seguridad, más que todo, de los policías”.

Ella mencionó que, si bien la presencia policial ha aumentado, los robos siguen siendo frecuentes, especialmente aquellos cometidos por delincuentes en motocicletas.

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Los vecinos han intentado organizarse para protegerse mutuamente. En su comunidad, han creado un grupo de chat en que todos los residentes y comerciantes están conectados: “La verdad es que nosotros, de todos los locales, somos organizados. Hay un grupo de chat que donde, ya más o menos se ve algo, enseguida ya salimos todos”, expresó.

Aun así, esta organización no es suficiente para contrarrestar el temor generalizado. Otra persona entrevistada, también resguardada por el anonimato, señaló que la inseguridad en la Martha Bucaram es tal que muchos negocios han comenzado a cerrar sus puertas más temprano, lo que afecta la economía local.

QUITO.- Comercio en la avenida Martha Bucaram de Roldós, en el sur de Quito. Foto: Alfredo Cárdenas.

“Todos los días existen novedades a lo largo de toda la avenida de la Marta Bucaram, especialmente en lo que corresponde a la ciudadela Ibarra. Tenemos asesinatos, sicariato y, lamentablemente, hasta los negocios están cerrando muy temprano, más que todo por precautelar la seguridad de los moradores del barrio”, lamentó.

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La ciudadana hizo un llamado para que las autoridades se preocupen más por este sector que, según sus palabras, se ha convertido en un foco de inseguridad permanente.

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La situación es aún más crítica con el inicio del nuevo año escolar, ya que muchos padres de familia están preocupados por la seguridad de sus hijos. “Tenemos el problema de secuestros a niños, que, como podemos ver, siempre que hay alerta roja en el distrito nos envían a nosotros como docentes para poder compartir y también tocar estos temas dentro de las instituciones educativas”, señaló la entrevistada.

Las personas que fueron consultadas sobre las razones del aumento de violencia en el sector coinciden que existe una pelea de territorio entre bandas que quieren liderar el microtráfico de drogas en la capital.

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“Tenemos el problema del expendio de drogas. Como hay expendio de drogas, también asisten muchos consumidores de drogas y es lo que está afectando”, explicó un vecino.

La amenaza de las bandas criminales es tan grande que muchos vecinos prefieren no intervenir cuando se presentan situaciones peligrosas. Aunque tienen un chat de barrio para alertar sobre cualquier eventualidad, el miedo a las represalias hace que pocos se atrevan a salir de sus casas cuando suena la alarma.

“Nosotros mantenemos un chat de barrio de aquí, de la cooperativa Alfredo Pérez Chiriboga, pero los vecinos también tienen miedo. Tienen miedo de acudir cuando algún compañero, algún vecino, hace sonar la alarma y todos escuchamos, pero pocos son los que salimos”, agregó.

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Este miedo no es infundado. Los últimos meses han sido testigos de varios actos de violencia en la Martha Bucaram. El 8 de julio, una llamada alertó sobre una balacera en las calles Martha Bucaram y S14A, en el sector de La Ecuatoriana. Un joven de 17 años resultó herido en ese incidente.

Solo unas semanas después, el 21 de julio, la Ciudadela Ibarra fue escenario de otro hecho violento, cuando un padre y su hijo fueron asesinados al intentar resistirse a un asalto.

QUITO.- Una familia enlutada fue el producto de un enfrentamiento con presuntos delincuentes, en el que fallecieron padre e hijo. Foto: Tomado de redes sociales

El 27 de julio, tres personas fueron asesinadas en un ataque al estilo sicariato en la intersección de las calles Martha Bucaram y 8 de Febrero. La Policía Nacional logró capturar al presunto autor del crimen, identificado como José A.

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A pesar de estos arrestos, los vecinos de la Martha Bucaram siguen viviendo con miedo. “No podemos hablar porque nos tienen vigilados”, comentó una mujer en la ciudadela Ibarra, reflejando el sentimiento generalizado de temor que prevalece en el área.

Ella, como muchos otros, ha optado por no hablar sobre la inseguridad del sector, pues teme que entre los transeúntes haya miembros de las bandas que están observando a los residentes. (I)