Llevan dos meses y medio aguardando por despedir a su hijo Michael, de 32 años, una de las 122 víctimas de la masacre de la Penitenciaría ocurrida en septiembre pasado. Lucero Ramírez y Henry Granada, padres del joven colombiano, han llevado un viacrucis en Guayaquil durante el proceso de búsqueda, identificación y traslado a Colombia para darle el último adiós.