En total son cuatro vinculados dentro del presunto femicidio de Paola Ortega, la mujer que fue asesinada la noche del 2 de enero mientras esperaba que su esposo compre hamburguesas a bordo de su camioneta, en Sangolquí, en el suroriente de Quito.

Este domingo 2 de abril se cumplen cuatro meses en los que la familia ha reclamado justicia insistentemente. Que se procese a los involucrados y que se esclarezcan las razones del crimen de la mujer que dejó a dos hijas en la orfandad.

Uno de los vinculados es su esposo, Cristian N. Según la versión del hombre, el hecho se trató de un robo, con esa información empezaron las investigaciones sobre un posible robo con muerte. Sin embargo, las indagaciones posteriores dieron un giro al caso.

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Uno de los indicios que permitieron armar la investigación bajo el supuesto delito de femicidio fue el video de seguridad que captó las imágenes de la muerte de Paola. Treinta segundos les llevó a dos antisociales perpetrar el homicidio.

Antes de que uno de los dos sujetos ingresara por la puerta posterior del vehículo, se accionaron las luces del automotor, como si se hubiese quitado la alarma expresamente para facilitar el acceso de los antisociales.

Otra de las pruebas usadas es la autopsia realizada a Paola. En el documento se certifica la muerte con violencia de la que fue víctima.

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Ella tuvo un daño severo del paquete vasculonervioso del lado derecho del cuello. Es decir, la zona donde se encuentra la arteria carótida, con un corte en ese lugar las personas tienen riesgo alto de morir desangradas.

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Una médica especialista en emergencias, que pidió mantener su nombre bajo reserva, explicó a este Diario que cuando se rompió la arteria carótida la mujer ahora occisa perdió gran parte de la sangre del cuerpo. No tenía mucho tiempo para llegar a emergencia.

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Aquello explica que la víctima haya tenido los órganos pálidos, como sostiene la autopsia. Esto fue porque tuvo una pérdida considerable de sangre.

La doctora también dijo que la versión de intento de robo se cae con este documento médico legal, pues cuando existe un intento de robo se producen cortes en brazos y manos, en este caso no tuvo ninguna lesión en esas zonas. “Ellos iban directo a matar, su asesino no le dio tiempo de nada”, agregó.

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También confirmó lo que se vio en el video de seguridad: su asesino ingresó por la parte de atrás y la atacó, pues las lesiones son solamente en la zona de la cervical. El cuerpo tuvo heridas en la parte superior derecha, pero la mayoría fueron en el cuello.

Paola recibió trece puñaladas, en una de ellas el cuchillo ingresó y astilló las cervicales cinco y seis.

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Con esto, la doctora concluyó que los asesinos tenían conocimiento de anatomía, porque sabían en dónde se debían producir las heridas que sean letales. Además, señaló que como no existió una laceración de esófago, ni tráquea, ella debió haber tenido unos minutos que podía hablar y que pidió ayuda.

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Durante ese tiempo se conoció que su esposo realizó una transferencia de $ 2.000, justo tres minutos y 41 segundos después de que los asesinos dejaron el lugar.

Los dos sujetos acusados de ser autores materiales de la muerte de Paola Ortega están prófugos, con una orden de prisión preventiva. Mientras tanto, una mujer, a quien se le habría realizado la transferencia bancaria, cumple con medidas alternativas, tiene prohibición de salida del país y debe cumplir presentación periódica en la Fiscalía de Ambato.

En el caso, quien era esposo de la mujer se encuentra con prisión preventiva como presunto autor intelectual. (I)