Cerca de las 17:00 de este sábado, la familia de Miguel Augusto Avilés Zambrano, de 33 años, recibió la noticia que no querían escuchar. Habían hallado un cuerpo en un canal de El Recreo, en Durán, y por las características podía tratarse de él.

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Desde el 10 de febrero, la familia lo buscaba. Estaba reportado como desaparecido. La última vez que supieron de él fue ese viernes cuando se enteraron de que andaba realizando carreras de taxi en un carro particular.

El último rastro era que andaba por la zona de la terminal terrestre de Guayaquil. Desde allí no hubo más datos precisos de él.

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Hallan muerto a Miguel Avilés, joven que había sido reportado como desaparecido en Guayaquil

Cerca de este mediodía del domingo, la familia esperaba retirar el cuerpo de la morgue del oeste de Guayaquil. Un familiar indicó que fue hallado amarrado, con signos de tortura.

Dos tatuajes pequeños ayudaron a identificarlo. Su cuerpo ya había entrado en descomposición.

Miguel Augusto Avilés Zambrano había nacido en Santa Ana, Manabí, el 30 de julio de 1989. Desde hace unos diez años había llegado a Guayaquil para tratar de encontrar una mejor vida.

Se mantuvo en varios trabajos, pero en los últimos meses andaba en un carro que alquilaba para trabajar como taxista informal.

De una relación anterior había procreado un hijo. Desde hace unos meses atrás, la familia se había enterado de que había entablado una relación con una venezolana.

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Durante los últimos días, la familia de Avilés Zambrano había iniciado una campaña intensa de búsqueda en Manabí y Guayas.

Por redes sociales pedían a las autoridades que intensifiquen las búsqueda y que se revisen las cámaras del sistema Ojos de Águila.

En medio de la angustia, la familia había recibido datos de que había sido visto en una zona de Manta, un poco desorientado, como escopolaminado, pero nada concreto.

Carolina Figueroa, prima de Miguel Augusto Avilés Zambrano, espera que las autoridades puedan hallar a los responsables de este crimen. “No estaba metido en cosas malas, él trabajaba para salir adelante”, dijo.

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“Queremos saber quiénes son los autores materiales e intelectuales. Sabemos que no nos devolverán la vida de Miguel, pero al menos nos traerá la paz saber que se ha hecho justicia”, indicó Figueroa.

En el sistema judicial consta un proceso iniciado en el 2020 por un accidente de tránsito por la calle Urdaneta. Avilés Zambrano tuvo daños y se mantuvo en una casa médica. Recibió, como víctima, un valor por los gastos médicos.

Miguel Augusto Avilés Zambrano será sepultado en su natal Santa Ana, de donde era la mayor parte de su familia. La familia pondrá la denuncia. (I)