Algunos locales del centro de Quito cerraron sus puertas mientras se reforzó seguridad en el palacio de Gobierno

“Cierre el negocio”, le recomendó un militar al dueño de un local comercial en el centro de Quito, la tarde de este martes 9.

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El efectivo castrense ayudaba a colocar vallas metálicas a unos 30 metros del ingreso principal a la Presidencia de la República.

Si bien ha sido habitual cercar el ingreso al palacio de Carondelet, colocar vallas más allá de la calle García Moreno no.

Miembros de la fuerza pública vestidos de civil, pero con armas largas en las manos, caminaban antes del cerco mientras detrás unas 20 personas miraban.

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Para llegar al palacio de Gobierno desde La Marín se debe subir la calle Chile, donde hay gran cantidad de vendedores, tanto en las veredas como en locales comerciales, pero este martes fue atípico, pues se podía caminar sin dificultad.

Varios de los establecimientos lucían, o con las puertas cerradas, o medio abiertas. Los empleados esperaban alguna disposición o para atender normalmente o cerrar de manera definitiva.

Uno de ellos miraba hacia el palacio de Carondelet. Contó que escucharon sonidos como si fueran disparos y rumores de problemas en El Tejar, donde el flujo comercial es abundante.

En ese sitio funciona un restaurante y una panadería que cierran sus puertas entre las 18:30 y 19:00.

La calle Chile lucía semivacía. Empleados de instituciones públicas estatales y locales dejaban las oficinas, mientras personas nerviosas hablaban por teléfono antes de las 15:30.

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En La Marín gran cantidad de personas abordaban buses para dirigirse a sus domicilios, pero varios de ellos lucían repletos.

En el Playón de La Marín, de donde salen buses hacia el valle de los Chillos, las unidades salían rápidamente para tomar la autopista General Rumiñahui.

En el puente 2 de esa autopista, los locales comerciales lucían también con las puertas semiabiertas y había bastantes vehículos que hacían fila para abastecerse de combustible en una gasolinera estatal.

Una vendedora de un local de venta de verduras mencionó que escuchó que desde el puente 6 estaban subiendo ladrones, y otros tantos compradores hacían fila en un establecimiento cercano para comprar pan. (I)