Los terminales terrestres de Quito se adaptan al estado de excepción con toque de queda que rige en el país por la situación de inseguridad.
Hay una medida presidencial que incluye la declaración de toque de queda desde las 23:00 hasta las 05:00 por 60 días.
En los terminales terrestres de Quito, en el sur, Quitumbe, y en el norte, Carcelén, la cantidad de usuarios ha bajado.
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La Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), que tiene a su cargo la administración de los terminales, indicó que la afluencia de pasajeros, entre el 8 y el 14 de enero, pasó de 15.000 diarios a 8.250. Esto porque entre las 23:00 y las 05:00 las operadoras de transporte no prestan el servicio.
Madelayne Morocho, gerenta de terminales y estacionamientos de la Epmmop, señaló que en la semana del 8 al 14 de enero hubo un promedio de 37.500 usuarios en el terminal de Quitumbe, y, 20.500, en Carcelén.
En otras circunstancias había un promedio semanal de unos 75.000 pasajeros. En un día ordinario de Quitumbe parten 9.500 personas en tanto de Carcelén 5.500. Con el decreto presidencial ha pasado a 5.500 y a 3.000, respectivamente.
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Para mitigar el descenso de pasajeros, explicó la funcionaria, se han modificado las frecuencias dentro del horario de circulación que permita a los transportistas brindar el servicio. Agregó que no se han aumentando sino adaptado al horario permitido.
A modo de ejemplo, acotó, una operadora de transporte tiene 4 frecuencias habilitadas con destinos a la región Costa y salía a las 14:00, 17:00, 23:00 y 24:00.
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Al no poder circular por el horario restringido se ha permitido que salga a las 08:00 para que sus horas de viaje estén dentro del horario permitido en la que se toma en cuenta además la demanda de los pasajeros.
Morocho consideró que debido a la aplicación del feriado, aquellas operadoras que tienen rutas cortas a Quito podrían tener mayor afluencia de usuarios. Una ruta corta se la considera aquella que tiene un tiempo de viaje de una a cuatro horas.
En el feriado del 2023, unas 95.000 personas salieron de la capital de los dos terminales. Una estimación es que para este 2024 esa cifra baje a unos 58.000 a lugares cercanos como Imbabura o la región Amazónica.
Holbach Muñetón, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador, sostuvo que no hay certidumbre ni tranquilidad para planificar los negocios.
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Recordó que han afrontado problemas como el aparecimiento de la pandemia del COVID-19, muerte cruzada, hechos de corrupción y de delincuencia.
Muñetón estimó que habrá pérdidas en el sector. Explicó, por ejemplo, que en el feriado de Carnaval hay una dinamización de la economía entre $ 80 a $ 90 millones porque viajan entre 900.000 a 1´200.000 personas, muchas de las cuales no querrán desplazarse a algunos destinos por los riesgos que hay en ciertas carreteras.
“Nos preocupa mucho qué es lo que vaya a pasar, no venimos con una productividad alta, no venimos con una ocupación alta”, dijo el dirigente en tono pesimista. (I)
