En el norte de Quito, la delincuencia no se detiene. Sin horario fijo y con nuevas estrategias, personas fingen estar en situación de calle o tener alguna discapacidad para pernoctar cerca de locales comerciales y sustraer mercadería a plena vista de los propietarios.
Una cámara de seguridad ubicada en la avenida Colón captó días atrás el momento en que un sujeto, vestido con una chompa negra de mangas azules y capucha ploma, se sentó frente a una tienda de víveres.
Con las piernas cruzadas y la mano apoyada en la quijada, aparentaba estar descansando. Sin embargo, en cuestión de segundos, estiró el brazo, tomó varios productos del mostrador y los colocó en la acera.
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Detrás de él, con escasa visibilidad en la grabación, una mujer encapuchada servía como cómplice. Ella recogía los productos y los guardaba discretamente en una bolsa.
En los dos minutos que dura el video, el hombre repitió el movimiento varias veces, logrando alcanzar entre 20 y 30 artículos.
Moradores del sector denunciaron estar cansados de esta modalidad delictiva. Aunque no es nueva, aseguran que ante la falta de vigilancia policial, los antisociales se han acostumbrado a disfrazarse de indigentes para atacar múltiples locales comerciales.
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Óscar, un comerciante de 30 años que prefirió mantener su apellido en reserva por temor a represalias, señaló que sus colegas han perdido hasta $ 6.000 en mercadería por estos constantes robos.
“Estamos cansados de estos tipos. Pretenden generar lástima. Piden dinero sentados en las veredas, incluso fingen ser discapacitados, usan muletas y todo, pero apenas uno se descuida, roban”, afirmó el ciudadano.
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Otro hecho similar ocurrió en un local de tecnología del sector. En este caso, los sujetos ingresaron a las instalaciones cortando el alambre del cerramiento y sustrajeron varios equipos electrónicos, lo que representa un caso más grave.
Actualmente, la Policía Nacional investiga los hechos y revisa los videos de seguridad para identificar a los responsables.
Mientras tanto, los vecinos del norte de Quito exigen mayor presencia policial y patrullajes constantes, especialmente durante la noche, para frenar estos actos delictivos que generan zozobra en la comunidad. (I)