John Jairo desliza el dedo en la pantalla del celular. Ahí busca una de las perturbadoras fotos que retrataron la crueldad con la que internos de la Penitenciaría del Litoral masacraron a 62 personas, el 12 de noviembre. La encuentra y, al mostrarla, se ven seis víctimas, desplomadas en el piso del bloque transitorio F2. Entre ellos estaba su padre, John Campuzano, de 56 años.