El sepelio de Leonardo Lara Alvarado, exsargento de la Policía, no pasó desapercibido en la provincia de Los Ríos.

La tarde del miércoles 15 de marzo, algunos comerciantes del cantón Mocache decidieron cerrar sus negocios mientras se realizaba el paso fúnebre y sepelio de Mocache o Patrón, como le decían al expolicía que fue asesinado en un enfrentamiento armado la mañana del lunes 13, en Babahoyo.

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En videos y fotografías que circularon en grupos de WhatsApp y en redes sociales se observaron los “honores” que le hicieron amigos y seguidores antes del sepelio.

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Dentro del ataúd colocaron armas de fuego: fusiles, pistolas y revólveres, y afuera de una vivienda se hicieron disparos al aire. Hubo hasta mariachis.

Lara fue un expolicía que formaba parte de los agentes en servicio pasivo.

Su muerte ocurrió en el sector conocido como el redondel de las banderas de Babahoyo, cuando iba como copiloto a bordo de una camioneta doble cabina.

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La Policía informó que se produjo un enfrentamiento armado entre hombres que iban en dos vehículos de color negro.

Uno de esos era la camioneta en la que iba Lara, carro que era conducido por Luis M., de 17 años. En esa unidad iba también la colombiana Rosa I., de 32 años, que resultó herida con un disparo en una pierna.

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Lara quedó abatido en el asiento del copiloto, sus enemigos le dispararon por varias ocasiones.

Según los policías, el cruce de balas fue entre sujetos de organizaciones delictivas.

En los asientos traseros de la camioneta los policías hallaron dos fusiles, también dos pistolas.

La Policía dijo que durante la persecución desde la camioneta dispararon contra los agentes, sin embargo, ningún disparo logró alcanzar a los uniformados.

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Según datos del reporte policial, donde consta la versión de Luis M., su vehículo se encontraba en el redondel de las banderas cuando aparecieron sujetos a bordo de otra camioneta y empezaron a dispararles.

Ellos, según el relato que consta en el reporte, como medida de defensa habrían respondido al ataque, suscitándose un cruce de balas en el que Leonardo Lara resultó asesinado.

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El fallecido era oriundo de Mocache, donde durante su sepelio sus amigos y allegados recordaron las anécdotas y su solidaridad.

“Pueden decir lo que sea de Mocache, pero él ayudaba a la gente necesitada”, comentaban mientras observaban cómo paseaban el féretro y disparaban para darle el último adiós al expolicía. (I)