Luego de cumplirse un mes del estado de excepción y la declaratoria de conflicto armado interno, la percepción de seguridad ha mejorado. Esto, tras la fuga de la cárcel Regional de Adolfo Macías, alias Fito, cabecilla de Los Choneros, y la irrupción de antisociales armados en TC Televisión mientras la programación habitual se transmitía en vivo.

Ambos episodios ocurridos en Guayaquil pusieron en evidencia la crisis de seguridad que vivía el país ante los ojos del mundo.

Con el estado de excepción, que rige desde el 8 de enero, entró en vigencia un toque de queda que al principio fue generalizado, desde las 23:00 hasta las 05:00, pero que desde el 23 de enero cambió en función de tres niveles de riesgo: alto, medio y bajo.

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Estos son los distritos de Guayaquil, Durán y Samborondón donde la Policía se ha enfocado en debilitar a Choneros y Lobos en este primer mes de estado de excepción

Mientras, la declaratoria de conflicto armado interno permitió al Gobierno nacional identificar a 22 bandas delictivas relacionados con el crimen organizado transnacional como grupos terroristas.

Durante los primeros 30 días del estado de excepción, según las Fuerzas Armadas, un total de 6.626 personas han sido detenidas a nivel nacional, 241 por el delito de terrorismo. Además, 2.116 armas de fuego y 3.038 armas blancas han sido decomisadas y cerca de 10.000 explosivos incautados.

En la Zona 8, integrada por Guayaquil, Durán y Samborondón, la primera semana de enero (del 1 al 7) hubo 102 asesinatos. En la segunda semana (8-14) se reportaron 39 crímenes; en la tercera (15-21) fueron 22; en la cuarta (22-28), 24. Y entre el 29 de enero y 4 de febrero se registraron 15 homicidios.

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Del 1 al 31 de enero la Zona 8 tuvo 194 muertes violentas. Y del 1 al 5 de febrero se reportaron 8 asesinatos. En total, del 1 de enero al 5 de febrero se contabilizaron 202 homicidios.

La Policía destaca los logros obtenidos hasta el momento y reconoce que este proceso recién está en el despliegue operativo, que aún falta mucho por hacer en la lucha contra el crimen organizado.

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Por su parte, la ciudadanía también expone sus criterios respecto de lo que ha sido este primer mes de estado de excepción.

Colón Game, 36 años, economista: ‘Presencia militar fue en los primeros días’

“A un mes del estado de excepción parece que las cosas se han calmado, pero ahora en esta calma casi se sienten igual que antes porque aunque no hay tantas muertes, siguen los robos, las extorsiones. Es como una falsa tranquilidad. La presencia militar fue en los primeros días, los policías haciendo operativos a veces no se ven, creo que se daba una falsa seguridad al menos ver a los uniformados en las calles. Creo que lo importante es que se controló lo de las muertes que venían aceleradas creciendo, pero aún no hay esa paz que uno necesita”.

María Chaguay, 68 años, jubilada: ‘Ojalá salir sin miedo de una bala perdida’

“El país aún no es seguro, pero creo que ya se va avanzando en algo. Ojalá que esta presencia de militares no solo sea por el estado de excepción, ojalá que sea algo permanente. Que haya más militares, más policías y que estén preparados para darnos seguridad. Ojalá algún día salir a la calle a comer, a disfrutar sin miedo de una bala perdida. Yo creo que hay avances, hay que dar tiempo. Ecuador necesita recuperarse, así como una persona al borde de la muerte”.

John Solís, 26 años, ingeniero comercial: ‘No podemos vivir salir sin tener miedo’

“Yo siento que aún no todo está controlado, soy pesimista y pienso que todo está calmado porque va a venir algo feo o fuerte. Por eso, con mi familia hemos decidido estar como en pandemia y encerrados, no podemos vivir, salir sin tener miedo. Salir al centro es mirar a todos lados, sentarme en un sitio es pensar los escenarios más feos y tener miedo por mis hijos. Aún falta muchísimo, el presidente tiene que ser contundente y devolvernos un país de paz”.

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Andrea Zamora, 19 años, estudiante: ‘Me siento más segura’

“Hay muchas personas que no creen en el presidente Noboa, pero yo sí y sí me siento más segura. En Durán, que es donde yo trabajo, tengo un poco más de tranquilidad. No es una ciudad en la que puedo decir que puedo caminar con el celular en la mano, pero al menos hay un poco más de calma y creo que es por el estado de excepción y los militares. Yo he visto a militares estar por aquí y por allá y eso es por el estado de excepción. Yo sí quisiera que como nos sentimos en el estado de excepción nos deberíamos sentir siempre”.

Steven Durán, 20 años, estudiante: ‘Caminar tranquilo aún no es posible’

“A mí me robaron la semana pasada, así que caminar tranquilo aún no es posible. Ya es un mes del estado de excepción y del toque de queda y todo pareciera estar igual que con Lasso, hay esa aparente calma que no da calma. Creo yo que hacen falta más cosas para uno llegar a tener esa seguridad que había antes. Los policías y militares deberían tener más apoyo de la justicia porque si no, todo lo que hacen no sirve de nada”.

Diana Triviño, 43 años, ama de casa: ‘Fue el primer mes, los siguientes serán mejores’

“Hay que darle chance al presidente Noboa para que todo lo que hace tenga efecto. Queremos ver que las acciones militares valen o sirven de algo para la comunidad. Hace dos años no se veía una presencia de militares y policías en calle tanto como ahora que hasta bastante droga han quitado. Fue el primer mes, los siguientes serán mejores. Lo único que sí queremos más es que desde las instituciones exista un apego con la comunidad”.

Eduardo Criollo, 22 años, estudiante: ‘Menos muertes, pero hacen falta más acciones’

“Yo creo que en un mes no se puede cambiar un país, hay menos muertes, pero hacen falta más acciones para que Ecuador sea un país seguro. Necesitamos un cambio de todas las instituciones, deben existir cambios en lo judicial que eso aún no se ve. Así que hay que seguir por el camino que vamos, pero hacer más para que lo que logra la policía no quede ahí nomás”.

Belén Zunino, 49 años, ingeniera industrial: ‘Ecuador necesita ser de nuevo un país habitable’

“No recuerdo la última vez que viví en Ecuador sin miedo. Ya tengo 49 años y los últimos 10 o 15 años he tenido que vivir mirando hacia todos lados. Un estado de excepción no soluciona las cosas como si fuera soplar y hacer botellas, eso debe ir acompañado de cosas efectivas. Los militares y policías en las calles están bien, pero se debe pensar en reformas radicales para todos los estamentos del Estado. Ya es momento de que las autoridades se pongan los pantalones y piensen que Ecuador necesita ser de nuevo un país habitable”.

Ismael Pablo, 41 años, economista: ‘Se debe aceptar la ayuda que ofrecían los otros países’

“Un mes y creo que aún no se sanea la Policía. Se debe traer a expertos para que capaciten a grupos tácticos que intervengan sitios conflictivos y se debe aceptar la ayuda que ofrecían los otros países. Vamos mejorando con la mano dura, pero la Policía aún no es nuevamente esa institución que antes generaba respeto. Hay que devolverles la fuerza a ellos que se exponen a recibir una bala por proteger”.

Juan Manuel Flores, 18 años, estudiante: ‘Ecuador puede ser un mejor país”

“Soy venezolano, pero ya tengo más de diez años viviendo en Ecuador. Recuerdo que mis padres (uno es ecuatoriano) me decían que acá era tranquilo, todo diferente a mi país. Ahora todo está peligroso e incluso queremos volver a migrar. Yo creo que Ecuador puede ser un mejor país porque se ha visto que ahora en las últimas semanas se ha mejorado. Hay que dar tiempo para volver a la seguridad de antes, hay que dar tiempo, pero esperamos que no sea mucho”.

Irina Gallo, 67 años, ama de casa: ‘Darle más equipos a los militares y policías’

“Espero que el presidente sepa que muchas personas como yo, que ya somos viejas, le tenemos mucha fe y miramientos a su plan de seguridad. Hay bastantes puntos positivos como el reordenamiento en las cárceles, así como el complementar a las fuerzas del orden de mejores implementos y tecnología, pero hace falta más. En uno se han visto resultados, pero hay que darles más equipo a los militares y policías, porque solo así tendremos más resultados que los logrados hasta ahora”.

Mauricio Mendoza, 59 años, carpintero: ‘No me siento más seguro’

“No me siento más seguro porque no he visto mayor cambio que lo que siempre se ve cuando es estado de excepción, lanzan los policías y militares a las calles, pero se termina eso y se vuelve a lo mismo. Hay muchas cosas que se deben mejorar y sabemos que no será en un mes, pero no se debe demorar el presidente porque el país se le va de las manos y nosotros pagamos eso”.

Samia Torres, 25 años, estudiante: ‘Tengo fe de que es el inicio de algo mejor’

“Yo voté por el presidente Noboa con fe de que construirá un mejor país. Aún es muy pronto, pero sé que pronto sí se podrá salir a las calles nuevamente como antes. Tengo fe en Dios de que este estado de excepción es el inicio de algo mejor, de cosas más fuertes y de llevar a la cárcel y no dejar salir a todos esos que han hecho daño a niños y a los colaterales. Tengo fe de que todo va a mejorar hasta mediados de año, al menos ese plazo ver algo más y tener un mejor país”.

A un mes del estado de excepción y conflicto armado interno en Ecuador, estos son los aspectos positivos y negativos que destacan especialistas

Gina Pino, 39 años, ama de casa: ‘No he visto mayor cambio’

“Yo no he visto mayor cambio en el país porque al menos en mi ciudad, que es Quevedo, todo sigue violento. Acá en Guayaquil, que es donde pasa mi esposo, la gran parte de los días dice que es igual, entonces para mí no ha servido de nada el estado de excepción, el toque de queda. Yo creo que algunos ecuatorianos han de pensar igual que yo y no han de sentir que ha mejorado nada. Yo creo que voy a sentir mejora cuando no dejen libres a los pillos y se termine la violencia. No es solo bajar las muertes, es que no deberían existir. Quizá hay que esperar un poco más, esperemos que los meses siguientes haya algo más”.

Guillermo Tobar, 71 años, jubilado: ‘Espero llegar a mis 80 con un mejor país’

“Un mes no es nada para todo lo que se tiene que arreglar del Ecuador violento que hay desde hace más de diez años. Los militares son pequeños al lado de las mafias, por eso hay que darles el total apoyo y equiparlos. Mi percepción de seguridad es aún nula porque no todo ha parado, pero sí hay más cositas que han hecho los militares y policías. Hay que dar chance, hay que tener un poco de paciencia para que todo mejore. Yo espero llegar a mis 80 con un mejor país y que ese sea el que disfruten mis nietos”. (I)