Pregunta del día: ¿cómo debe manejar el Banco Central (BCE) una de sus funciones (que podría no tener) como es el manejo de las reservas bancarias (nuestro dinero que, a través de la banca o cooperativas, está ahí depositado)? ¿Por qué es tan importante el tema ahora?… porque usted habrá oído decir al candidato correísta que en Suiza (“en un banco”) hay $ 7.000 millones (“del país”) que se pueden tomar para activar la economía. Esto ha sido muy criticado por algunos… con toda razón. Pero son tan alejadas las diversas interpretaciones, que vale entenderlo de manera sencilla (lo sencillo elimina “tecnicismos”, pero recoge el 80 % de lo esencial).

Vamos primero a un banco privado. Cuando un depositante deja ahí $ 1.000, él sabe que no es una caja fuerte (donde su dinero se quedaría parqueado) sino una entidad que va a prestarlo (ese es su rol y así tiene ganancias: recibir depósitos y prestarlos). Sin embargo, el banco por prudencia no presta los $ 1.000, sino digamos el 75 %. Prudencia sana del banco porque no quiere correr el riesgo de un día no poder atender las demandas de retiro de sus clientes y quebrar, y también de los clientes, quienes queremos tener tranquilidad sobre la disponibilidad de una parte de nuestros recursos en cualquier momento. Ese 25 % de reservas normalmente está una parte en el exterior, para que ese dinero no se contagie de los problemas internos del país, y otra en el BCE (a su vez, un porcentaje también afuera), para ayudar a la fluidez monetaria. Pero sucede que en Ecuador la parte que se mantiene obligatoriamente en el BCE (encaje y “coeficiente de liquidez doméstica”) es bastante elevada.

La siguiente pregunta es: ¿qué debe y puede hacer el BCE con esas reservas? Aquí vienen las discrepancias. Los ortodoxos decimos: el BCE solo puede guardar ese dinero y tenerlo a la disposición de las entidades financieras, es decir, de nosotros (incluso invirtiéndolo en el exterior como de hecho se hace, pero siempre disponible), y la razón es simple, los bancos no prestaron ese dinero (podían haberlo hecho), sino que lo guardaron para generar confianza. Los heterodoxos (Arauz) dicen que ese es dinero ocioso y debe ser utilizado para activar la economía y para eso el BCE puede actuar como cualquier banco que recibe depósitos (en este caso las reservas), una parte lo guarda por prudencia (por ejemplo 25 %) y el resto se lo presta al Gobierno; dicen: ¿Por qué el BCE no actuaría como cualquier banco?

Los ortodoxos replicamos: Se pretende que el dinero que el sistema financiero guardó por seguridad y quiere tener disponible (25 %), el BCE lo presta y en consecuencia solo queda disponible (por ejemplo) el 25 % del 25 %, el resto va a manos del Gobierno, pero ¿en qué momento aceptamos que el BCE podía utilizar ese dinero y en consecuencia disminuir radicalmente la seguridad?, ¿en qué momento aceptamos que lo que los bancos decidieron no prestar sí podía ser prestado al Gobierno? Nunca.

Esa es la esencia del debate: o nuestro dinero guardado como reservas se mantiene como tal en el BCE, o puede ser prestado al Gobierno. En el segundo caso hay un grave riesgo para el sistema financiero y la dolarización. ¿Qué desearía usted que se hiciera con sus depósitos?… Pregunta simple, respuesta simple. (O)