El 16 de enero de 1973 se creó la Sociedad de Autores y Compositores Ecuatorianos, Sayce, gracias a los derechos de los autores, pues todos los interpretaban públicamente: radiodifusores, orquestas, conjuntos..., sin autorización, y no pecuniariamente.
Adquirió carácter oficial mediante acuerdo ministerial n.° 755, publicado el 28 de enero de 1977 obteniendo personera jurídica. Los derechos patrimoniales basados en la autorización de prohibir a permitir la difusión de las obras, alguna vez se regularizaron con cobros a hoteles, restaurantes, casas de música, emisoras...; pero solo grupos cobraban. La última reunión de la entidad fue hace mucho tiempo; los socios sufrimos. Recaudadores eran no compositores. Había servicio de medicinas y en cada Navidad nos daban una simbólica canasta con víveres. Sería bueno que se ordene fiscalización, ya ni canasta recibimos y lo que es más, ahora debemos patentar nuestra música en el IEPI, a precio remunerado por cada pieza musical, que a nuestra economía, mejor es indiferente. (O)
Héctor J. Cisneros Arias, doctor en Filosofía, Guayaquil