Guayaquil se ahoga en un vaso de agua. Han ocurrido muchas veces, y sigue y seguirán ocurriendo, supuestos problemas imposibles que en realidad se enredan en politiquerías y en políticos poco honestos o incapaces. El problema de ahora se suma a los eternos apagones, la falta de agua potable, haciendo que quienes habitan en la ciudad de Guayaquil sufran doble dolor de cabeza, todo porque el servicio eléctrico no funciona . Pareciera que poco importan las necesidades de toda la población, quienes necesitan el servicio para trabajar.
Un plan maestro de electricidad
Alguna administración anterior, a lo mejor por motivos personales, en la Alcaldía de Guayaquil, abandonó la más eficiente planta de agua potable de Lolita, muy cerca de la ciudad de Bucay, en cuyo lugar no necesita ni siquiera la luz de un foco de poca potencia; todo funcionaba por efecto de la pendiente que existe de unos pocos kilómetros y una tubería de mayor capacidad que podía dar agua potable a poblaciones a lo largo de esa vía, como Naranjito, Milagro, Yaguachi, Durán y muchas otras. La planta se encuentra allí abandonada sin que nadie piense que esa podía ser la solución para que nunca le falta agua potable a Guayaquil y vecindades. La rehabilitación costaría muy poco y los beneficios serían enormes sin gastar los millones que ahora gastan siempre con interrupciones.
Generación de energía solar doméstica
Es urgente que alguna autoridad, empresa u organización tome la iniciativa, actúe y se preocupe de la ciudadanía que no solo paga por un mal servicio, sino también por un grave dolor de cabeza. (O)
Publicidad
Carlos García, Nueva York, EE. UU.