Las próximas elecciones deberían servir como examen riguroso de los ciudadanos para evaluar el desempeño anterior de partidos políticos, es decir, los resultados electorales de los comicios pasados, tanto nacionales como seccionales que muestran la insistencia en votar por los mismos oportunistas que han fracasado; o por otros candidatos con denuncias de corrupción y que vuelven a postularse para algún cargo y seguir en la inmortalidad política. También, de políticos hambrientos de poder que terminan en alianzas hasta con sus propios enemigos de quienes hablaban horrores porque no tienen ética.

Dichas organizaciones politiqueras mueven el ‘avispero’ para nombrar en elecciones primarias abiertas y seleccionar a sus ‘mejores representantes’, de los que se elegirán a 23 prefectos y 23 viceprefectos, 221 alcaldes y para otras dignidades más, el día 5 de febrero del año 2023. Desde ahora comenzará la desenfrenada campaña electoral con afiches, tarimas, ruido y ataques a los enemigos políticos. Ciudadanos, a razonar el voto. (O)

Robespierre Rivas Ronquillo, periodista, Guayaquil