El pretendido plan de educación quinceañero por su vigencia no resulta más ambicioso para el tiempo, que los anteriores, considerando las actuales condiciones económicas, políticas y sociales, en un entorno más tecnificado y digitalizado, en el que la inteligencia artificial va marcando aceleradamente el ritmo del desplazamiento laboral y la hiperespecialización profesional. En este contexto, se debería reenfocar los currículos que se anticipa actualizar y posicionar las modalidades de bachillerato, más allá de lo bilingüe, inclusivo y por competencias para hacerlo práctico, funcional y productivo, acorde con las nuevas exigencias.

Bachillerato reprueba en matemática

Esta reflexión tiene asidero en tiempo de incorporaciones y fiestas de graduación, en que la simbología del lanzamiento de las mucetas durante la ceremonia, la entendí como un “allá vamos, nada nos detiene”, hoy se ha vuelto vacía, puesto que los neo bachilleres en su mayoría, no le están apostando a un futuro prometedor, porque el que les espera es competitivo, marginal y cruel, por falta de estímulos del Estado, la familia y los mismos docentes, huérfanos de recursos y sin facultad alguna, todos actores fundamentales del proceso educativo. Los deficientes resultados obtenidos por el Ineval en las pruebas Ser Estudiantes 2023, en todos los niveles de las áreas básicas, ponen en evidencia las falencias del sistema y encienden las alarmas para corregir con oportunidad en el corto y mediano plazo, evitando una crisis mayor.

Ser Estudiante 2022-2023: alumnos apenas sobrepasan el nivel mínimo de competencia en algunos campos

En todo el proceso cognitivo-formativo seguramente los maestros carecimos de las herramientas, aunque nos sobró disposición. Tampoco ha cumplido con lo suyo la familia, cada vez más disfuncional, poco emocional y conformista, con déficit de autoridad, exceso de tolerancia y escasa influencia en valores. En dónde queda el Estado a través de cualquier gobierno, incapaz de asumir políticas que den continuidad a lo relevante ya establecido, innovar, actualizar o reinventar y no solamente imponer radicales cambios de nombre a ciertos ítems de los mismos tradicionales planes.

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‘No saben cómo resolver un problema, no hay comprensión lectora’: resultados de Matemáticas y Lengua en prueba Ser Estudiante reflejan necesidad de replantear métodos de estudio

Nuestros adolescentes camino a la adultez, requieren de las herramientas que usen como extensión de sí mismos, en beneficio propio y de los demás; esas herramientas las da una educación provista por el Estado. Finalmente, basta de incubar bachilleres para alimentar a cientos de instituciones de carreras cortas con nombres sofisticados, que no responden a un estudio de mercado ocupacional o profesional. (O)

Joffre E. Pástor Carrillo, educador, Guayaquil