Si se quiere homenajear el proceso político de la Revolución de Octubre, llamen a cualquier calle o avenida con ese nombre o el de Provincia de Guayaquil, sin afectar el de la avenida 10 de Agosto, no es necesario herir susceptibilidades o crear la sensación de que estamos disminuyendo la importancia histórica de la gesta quiteña. El Ecuador nunca ha podido consolidar la unión necesaria entre Sierra y Costa, por este tipo de decisiones precipitadas.

No creo que era prioritario para el Concejo Municipal de Guayaquil proceder a mutilar continuidad de la av. 10 de Agosto cambiándole el nombre por República de Guayaquil, entidad política que nunca existió. Si la intención era resaltar la trascendencia del movimiento libertario del 9 de Octubre de 1820, no era la manera, dado que la principal avenida de la ciudad lleva ese nombre y la cruza de este a oeste, además se la utiliza para todos los desfiles y manifestaciones cívicas más importantes de la ciudad.

La independencia del Ecuador fue un largo proceso y requirió del esfuerzo y sacrificio de muchos, a través de largos años de lucha y enfrentamientos, hasta lograrla finalmente el 24 de Mayo de 1822. Pero cabe anotar que todavía no hemos podido liberarnos ni independizarnos totalmente; hoy seguimos atrapados por un contubernio de grupos terroristas, narcotraficantes coludidos con grupos políticos que nos roban, engañan y perjudican. (O)

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Luis Villacrés Smith, Guayaquil