En una era en la que el cambio climático suscita la necesidad de que los países de todo el mundo implanten soluciones de energía sostenible y renovables, Islandia se encuentra en una situación singular. Hoy en día la electricidad que se consume en este pequeño país es mediante energía geotérmica. La historia de la transición en Islandia del uso de combustibles fósiles al de otro tipo de fuentes puede servir como inspiración a otros países que intentan aumentar su porcentaje de energía renovable. Ecuador está atravesando una crisis energética debido a la dependencia de sus centrales hidroeléctricas, que constituyen más del 70 % de la energía nacional.
Aunque Islandia es hoy un gran ejemplo de cómo la energía renovable puede abastecer a una economía moderna, no siempre ha sido así. De hecho, hasta comienzos de la década de 1970, el mayor porcentaje del consumo energético del país procedía de combustibles fósiles importados. En la actualidad, la economía de Islandia, que abarca desde el suministro de calor y electricidad a viviendas unifamiliares hasta la satisfacción de las necesidades de las industrias de alto consumo energético, está impulsada principalmente por energía de hidroeléctricas y geotérmicas.
Los cortes de energía y el cambio de lo cotidiano
La única manera de enfrentar a la sequía y la dependencia de generar energía con el agua, es cambiar la fuente de generación de energía, a otras renovables como fotovoltaica, eólica o geotérmica. Para no depender de una sola matriz energética sino con alternativas como la energía solar y del viento. La única solución al problema y no depender de la naturaleza y del cambio climático (sequía), es diversificar la matriz energética dependiente del agua.
Publicidad
Crisis energética: segunda advertencia
Ecuador puede tomar de ejemplo a este país y vencer al monstruo de la oscuridad que azota con crueldad nuestra economía, que el cambio de la matriz energética no solo quede en una quimera. (O)
Jaime Galo Benites Solis, clínico intensivista, Guayaquil