El 25 de julio celebramos el día del apóstol Santiago y la fiesta del proceso fundacional de Guayaquil. Soy de Ecuador, resido en España y realicé la célebre ruta del Camino de Santiago. Esperé poder hacerla desde hace más de cuatro años. Lo que aprendí fue que hay tres momentos que se viven en la ruta:

Uno: previamente te tienes que informar sobre la historia, geografía, alojamientos, fechas, rutas y logística. Dos: debes tener ánimo los siete, diez, treinta, cincuenta días que toma el recorrido, donde superas tus fuerzas físicas, sentimientos de soledad, agotamiento, desesperación, frustración, climas adversos; encuentras personas de diferentes partes del mundo que te acompañan en silencio o te desean “buen camino”; otras con quienes simplemente te tomas una cerveza y conversas sobre sus países de origen o el acontecer mundial; disfrutas toda la naturaleza en su esplendor, las salidas de sol para iniciar el recorrido lo más temprano (no ves el poniente pues en verano anochece muy tarde); atraviesas bosques escuchando a los pájaros cantar, o tomas precaución cuando cruzas la carretera principal, debes medir bien el próximo paso para no pisar en falso, a veces te encuentras concentrado tanto en el camino como en tus propios pensamientos. Tres: ves el final y el inicio de tu propio camino; esta máxima no la entendí sino después de visitar la catedral de Santiago de Compostela, cruzar la puerta sacra y entregar a Dios mi dolor corporal, con los zapatos rotos, la mente en blanco pensando que ya no daba más; entiendes que recién comienza el verdadero camino a recorrer. Son muchas las razones por las que las personas hacen el camino, por motivos personales, religiosos, turísticos, hasta gastronómicos, etc.; lo cierto es que después de todos los kilómetros recorridos no vuelves a ser la misma persona, te haz rencontrado y hallado las respuestas a todas esas incógnitas de la vida que te han preocupado durante tanto tiempo. Simplemente el camino de Santiago con todas los obstáculos y las dificultades que conlleva es un recorrido del que jamás te arrepientes y al que siempre quieres volver. El 2022 es año santo compostelano. Otros motivos más que razonados para decidirse a hacer en España el Camino de Santiago, es que él es el patrono de nuestra querida ciudad de Guayaquil, que el 25 de julio celebró su fiesta; según la historia, fue el conquistador español Francisco de Orellana quien en el día del apóstol Santiago el Mayor fundó la ciudad bajo el nombre de “Muy noble y muy leal ciudad de Santiago de Guayaquil”, encomendando a dicho santo la protección y defensa de la población. (O)

Andrea Mora Dávila, Madrid, España