El mundo está en alerta por el aparecimiento de la nueva variante del SARS–CoV–2 o COVID–19 denominada ómicron, que reúne condiciones epidemiológicas de elevada preocupación para la ciencia médica, como la particularidad de propagarse muy rápido; elevada virulencia, al parecer, con disminución a los tratamientos rutinarios.

Su capacidad de propagación ha alertado a la OMS, que el 9 de noviembre informó su presentación en Sudáfrica, y ya se ha propagado al Ecuador. Pero contra la variante indicada, que es una más del mismo virus, se puede luchar si la población se vacuna, siendo esta una necesidad vital para el mundo, sumada a las usuales medidas de protección (mascarilla, distancia, etc.) de las que no podemos alejarnos. (O)

José Aguilar Reyes, médico veterinario; Memphis, EE. UU.