El abuelito resbaló en la vereda porque pisó excremento de perro; no vio, puso el pie.
Imprudentes dueños de perros sacan a sus mascotas para que dejen las heces en veredas, jardines y evacuen arrimados a puertas, paredes, arbolitos de otras viviendas. ¡Vayan a hacer eso adentro de sus casas!, ¿por qué perjudican el ornato de Guayaquil, a los vecinos del barrio, y a las personas que caminan, que por una caída pueden morir, lesionarse grave, ir al doctor, gastar por la consulta, las radiografías, los remedios; aparte de que pasa susto la familia de la víctima y ella. (O)
Anaeliz Mera E., Guayaquil