En Salinas (provincia de Santa Elena) se observa la gran cantidad de departamentos usados en ventas. Letreros de ‘Se vende’ o ‘Se alquila’ son notorios en edificios en pleno malecón, en las antiguas mejores zonas. Hay muchas razones del porqué. Me atrevo enumerar algunas:

Existen autoridades, pero como que si no existieran. Si el Municipio tiene que regular y administrar, lo hace pensando en zonas pobladas por residentes que se convierten en votos. El resto, aunque tribute, no interesa para los políticos, porque son zonas con propiedades que se ocupan solo los fines de semana, es decir el turista que no es residente no vota, no elige; pruebas: las urbanizaciones abandonadas por décadas, calles que parecen selvas por el monte y lo peligrosas donde es raro que alguien diga nunca nos han robado. La delincuencia es dueña de estas zonas, se debe a la ausencia de policías. Muchos quisieran vender propiedades en las que invertimos hace más de 40 años, pero lo que pagarían si es que alguien estuviera interesado, no llegará ni al 50 % del precio de la vivienda. En el malecón existe oferta de departamentos cuyos propietarios quieren recuperar su inversión para irse al norte a Punta Blanca, Punta Barandúa, Ayangue, Manglaralto, Olón..., donde existen playas inmensas, tranquilidad que no la interrumpen los fines de semana con música, bailes... Algunos puntos de la playa son ‘propiedades’ de asociaciones o cooperativas que con sus carpas, sillas..., bloquean el paso al mar. Los policías son ‘turistas’ los fines de semana que es cuando se los ve solo en el malecón. Las recaudaciones del Municipio no se sabe en qué las emplean, la vereda del malecón tiene huecos, el alcantarillado no existe en urbanizaciones como Costa de Oro, donde las personas se bañan en el mar con aguas contaminadas. (O)

Hugo Alfonso Campos Cedeño, avenida Samborondón