Ecuador necesita recuperar la paz para sobrevivir en la democracia.

Viendo la situación caótica que se vive en el país resulta increíble de creer que unos cuantos miles de ciudadanos con características delincuenciales lo paralicen cerrando las vías, saqueando negocios, sembrando el terror con criminales agresiones.

Pero resulta más increíble que una necia mayoría de revanchistas, miembros de la Asamblea legislativa, apoye descaradamente este caos y que el titular del poder Ejecutivo no tome las medidas legales y constitucionales que devuelvan el orden y la tranquilidad que requiere la acorralada población pacífica y trabajadora. En este dantesco escenario es alentadora la actitud de la Policía y las Fuerzas Armadas, expresada a través de sus comandantes, de no permitir asonadas desestabilizadoras, golpistas irracionales. Cabe una posición valiente y democrática, solidaria con su pueblo, de parte del presidente de la República, ordenando al mando policial y militar que realice las acciones necesarias para abrir las carreteras, disuadir a los revoltosos y devolver la paz que el país necesita para que se pueda vivir, trabajar, progresar la democracia.

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La violencia que vivimos hoy en día, debe ser erradicada a como dé lugar. El Ecuador no merece incertidumbres ni agresiones. (O)

José Teófilo Villón Barros, licenciado en Comunicación, Guayaquil