Se acercan las elecciones del 2025 y los ecuatorianos estamos presenciando entre el poder Ejecutivo, el poder Legislativo, alcaldes y prefectos pleitos a la altura de niños. Todos sacándose sus trapos sucios, muy bien conocidos por todos ellos, pero callados tras bastidores, y como hemos visto en casos anteriores con políticos y empresarios reconocidos llegan solo a demandas, los juicios no prosperan nunca.
Ecuador necesita urgente un nuevo sistema de elecciones basado en personas honradas y capaces, de trayectoria comprobada y a la altura del cargo a representar, que ame al país y conozca su realidad, tenga el alma y espíritu libre de avaricia y egoísmo, porque llevamos décadas viendo cómo estos hombres y mujeres suben al poder para beneficiar a familias y amigos adinerados que representan un 5 % del país y destruyen el 95 % de la población con migajas de obras y proyectos multimillonarios que nunca son fiscalizados y benefician millonariamente a sus grupos de colaboradores.
La Asamblea Nacional y el caso de alias ‘Diablo’
Es conocido para los ecuatorianos que las dos magias que continúan destruyendo al Ecuador y a su gente buena son: la política empresarial y la política narcoguerrilla. Ambas tienen tanto poder que tras bastidores arreglan puestos, leyes, contratos, sentencias, imagen pública, etc. Estas dos mafias buscan el control del país. Ambas buscan la mejor forma de desprestigiar a la otra ante los ojos del pueblo para obtener los votos en las elecciones y continuar en el trono.
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Es hora de que los políticos y ciudadanos hagamos algo al respecto para traer de vuelta la paz y seguridad. (O)
María Andrea Del Cioppo Morstadt, Guayaquil
