Los programas de televisión ya no son como antes que educaban de una manera práctica al televidente quien necesitaba un mensaje positivo. Ya hemos perdido esa costumbre. Con el simple hecho de ganar dinero no les importa su audiencia, la cual espera mucho de su medio de comunicación.

Las pandillas y la comunicación

En estos últimos años la televisión se ha vuelto un negociado a nivel mundial, ya que al consumir programas de mal gusto solo estamos recordando historias negativas en todos los sentidos, sin tener una gran responsabilidad ni darse cuenta de que son niños los que están viendo esa programación inadecuada, que para su edad puede ser muy perjudicial, ya que no rinde para su capacidad intelectual como en otros tiempos que sí había el contenido didáctico muy adecuado.

La revolución de la inteligencia

Es importante tener mucha conciencia de que los niños ahora captan todo y son muy vulnerables. Los programas sin ningún mensaje didáctico no son aptos para ellos porque van a recibir mala información y no hay ningún programa que valga la pena. Con los contenidos pobres que carecen de alguna enseñanza, especialmente como son los matinales que no enseñan nada educativo y los formatos que ahora presentan no son los adecuados como los modelos educativos que antes sí existían. (O)

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Jorge Enrique Andrade Rodas, Guayaquil