Ecuador enfrenta nuevamente racionamientos de luz severos, acompañados con cortes de agua en algunos sectores. ¿Qué hay detrás de todo esto?, ¿cuáles son los intereses que esconden?
Sin embargo, nuestro país no solamente se encuentra entre sombras por estos apagones, sino también porque ha cerrado su espíritu ante los problemas que aquejan a la sociedad.
¿Qué es peor, vivir con estos racionamientos o la oscuridad del alma? El primero tiene solución; en cambio, el segundo es más difícil porque la sociedad se ha vuelto tan comercial y tecnológica que solamente vive para sí misma.
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Mi objetivo aquí no es hablar de religión, más bien, es hacer ver que la población sigue pagando por los errores de los malos gobiernos. ¿Hasta cuándo se les seguirá pasando factura? ¿Hasta cuándo tendrá que soportar la sociedad tanto atropello? (O)
Gladys María Ortiz, Guayaquil